La Fiscalía de Medio Ambiente de Sevilla ha denunciado en los juzgados a dos hombres por un delito contra la fauna cometido en la reserva animal Castillo de las Guardas (Sevilla), donde cazaron a diez animales, a cinco de los cuales decapitaron para llevarse los "trofeos".

La denuncia de la Fiscalía, a la que ha tenido acceso Efe, afirma que estos dos individuos entraron clandestinamente en la reserva animal la madrugada del 10 de diciembre de 2019 y tirotearon a los animales; cuatro gamos y una gacela cuvier.

Los denunciados, ambos vecinos de Aznalcóllar (Sevilla), decapitaron a los cuatro gamos y a uno de los oryx, del que se llevaron la cabeza y las patas, mientras que otros cuatro ejemplares de esta especie, cada uno valorado en 5.000 euros, sobrevivieron a los disparos.

Los dos hombres, José F.M.A. y Juan A.V.B., carecían de licencia de armas y se hicieron fotografías con algunas de las especies abatidas, según recoge la denuncia, en la que se alude a la posible colaboración de una tercera persona en los disparos.

La gacela cuvier tiroteada, el único ejemplar que existía en la reserva y con un valor de unos 20.000 euros, era propiedad del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y formaba parte de un programa de conservación de ungulados.

Esta gacela es una especie autóctona o exótica incluida en la lista roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) con la categoría de "vulnerable" y también se recoge como con "amplias restricciones para su captura" en el listado del Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre.

El gamo europeo está protegido porque es especie cinegética y su caza solo se permite cuando esté autorizada expresamente, señala la Fiscalía, que ha pedido que la causa se declare de especial complejidad dada la cantidad de diligencias pendientes, las pruebas periciales de relativa complejidad, la posibilidad de extender la investigación a otras personas y la carga de trabajo de los juzgados de Sevilla.

Uno de los acusados tenía acceso al rifle marca Bergara de su madre, con la que vive, y fue detenido recientemente por caza furtiva tras matar a una cabra montesa en Toledo, tras lo cual le intervinieron varias armas, mientras que al otro denunciado le retiraron la licencia por caza ilegal.

El denunciado que vivía con su madre vendió un rifle similar al de su progenitora poco después del inicio de las acciones penales, el 11 de febrero de 2020, igual que una escopeta Beretta, según la denuncia.