Un empresario de Riba-roja de 52 años ha sido detenido por la Guardia Civil de ese municipio del Camp de Túria acusado de haber intentado estafar 170.000 euros a dos compañías aseguradoras tras denunciar sendos robos inexistentes. De momento, el juzgado de Llíria que lleva el caso ha decretado libertad provisional para el acusado.

La detención se produjo el pasado día 7 de mayo, pero los hechos se remontan a diciembre pasado, cuando el ahora detenido presentó una denuncia ante la Guardia Civil de Riba-roja porque, según su testimonio, personas desconocidas habían entrado de madrugada en su almacén, ubicado en el polígono industrial de l'Oliveral.

En su denuncia, afirmaba que los ladrones habían roto varios elementos estrcturales para acceder a la nave y que se habían llevado maquinaria industrial de hostelería que había adquirido recientemente. La supuesta víctima de este robo, que inicialmente pasó como uno más de cuantos suceden en polígonos industriales de València, cifró los daños y el importe de lo sustraído en 106.000 euros.

Y esa fue la cantidad que reclamó a su compañía aseguradora, que en ese momento era Mapfre. Sin embargo, el seguro no lo vio claro y no llegó a satisfacerle ni un euro al demandante.

Dos meses más tarde, en febrero, el mismo empresario denunció un segundo robo en las mismas instalaciones. Un mes antes, en enero, esto es, semanas después de que la primera compañía rechazase el pago en concepto de indemnización por ese supuesto primer robo, el empresario había suscrito un segundo seguro para su almacén, esta vez con una compañía distinta, Catalana Occidente.

En ese segundo presunto robo, le habrían robado, según la nueva denuncia interpuesta ante a Guardia Civil, efectos por valor de 64.000 euros.

Dos agencias de detectives

Curiosamente, según hacen constar los agentes del Área de Investigación de la Guardia Civil de Riba-roja en el atestado que han entregado en el juzgado de Llíria, los daños causados por los presuntos ladrones en ese segundo robo eran exactamente los mismos que en el primero.

Dadas las incoherencias en ambos sucesos, las compañías de seguros encargaron, por separado, sendos informes a las agencias valencianas de detectives Europa Detectives y Ayora & Asociados, que llegaron a la misma conclusión: los robos no parecían haber ocurrido realmente y el dueño de la firma estaba intentado cobrar fraudulentamente dinero de las compañías aseguradoras.

Según la información a la que ha tenido acceso Levante-EMV, el ahora imputado llegó a comprar presuntamente facturas falsas a una empresa offshore radicada en Gibraltar para justificar la propiedad de la maquinaria que, según sus denuncia, le habían robado en ambas ocasiones.

La investigación llevada a cabo por la Guardia Civil, en colaboración con las dos agencias de detectives, ha permitido presentar ante el juez pruebas -las facturas, entre otras- según las cuales el sospechoso habría comprado maquinaria de segunda mano en un país aún no determinado, maquinaria cuyo robo habría simulado más tarde para cobrar el importe fijado en las facturas falsas, supuestamente mucho más elevado que el que realmente había desembolsado por ellas.