La tesis que sostiene Nacho Vidal desde el principio, de que la muerte de José Luis Abad fue «un desgraciado accidente» no ha sido revertida por los investigadores hasta la entrada en escena del vídeo grabado con el teléfono de la víctima, aportado por la familia en diciembre pasado, tras recuperarlo del terminal. De hecho, la jueza de Instrucción número 2 de Xàtiva archivó la causa poco después de los hechos, y no la reabrió hasta la obtención del vídeo. Fue el propio Nacho Vidal quien entregó ese teléfono a la familia del fotógrafo, junto con el resto de sus efectos personales, tras desplazarse a su casa, según fuentes conocedoras de los hechos.