La Policía Nacional se ha incautado esta semana de un cargamento de 650 kilos de cocaína encontrada en un almacén ubicado en un polígono de Quart de Poblet, según han confirmado fuentes próximas a la investigación. Este alijo, procedente de Brasil y que ha llegado, de nuevo, a través del Puerto de València, ha sido intervenido en una base de contenedores con categoría de depósito aduanero del citado recinto industrial que pertenece al Grupo Alonso, una de las grandes corporaciones de servicios de transporte y logística marítima y que tiene su cuartel general en la capital del Túria.

Se trata de uno de los mayores cargamentos llegados al Puerto de València en los últimos meses y el formato del envío es un gancho perdido mixto, es decir, la droga fue cargada dentro de la mercancía sin que el importador, la empresa de papel, lo supiera, pero con un sistema de ocultación más complejo que el de un gancho perdido habitual, lo que lleva a sospechar que alguien intermedio pudiera estar al tanto de su existencia.

En este caso, los 650 kilos de cocaína ocultos entre los palés de folios partieron del puerto brasileño de Santos con destino al de València. El buque con la droga atracó en los muelles valencianos el lunes y al día siguiente, martes, la Fiscalía antidroga de València ya había firmado el decreto de entrega controlada, esto es, se permitió la salida del contenedor el miércoles por la tarde, con normalidad, hasta su destino: el almacén logístico de Quart de Poblet.

Fue allí, tras un estrecho seguimiento del camión, donde agentes de la Udyco de la Policía Nacional de València y de la Central, junto con la UCO de la Guardia Civil y Aduanas, entraron esa misma tarde y se incautaron de la droga. Solo dos personas fueron detenidas: el camionero y el operario que manejaba el transpalé con el que ya habían empezado a descargar la mercancía, ambos, empleados del grupo empresarial. Los dos quedaron en libertad y a disposición judicial tras declarar ante los agentes.

22 millones en 'polvo blanco'

En esta ocasión, la Udyco y la UCO han trabajado en colaboración al haber recibido ambos departamentos antinarcóticos la información de la llegada de la droga a través de la DEA americana.

El recinto del Grao es una de las principales puertas de entrada de España de cocaína a través de la rutas maritimas interoceánicas. Este cargamento estaría valorado a precios de mercado mayorista en más unos 22 millones de euros.

En esta operación, los investigadores han tomado declaración, en calidad de testigos, a varias personas de la empresa relacionadas con la recogida y descarga del cargamento, en calidad de testigos. Levante-EMV no pudo ayer contactar con responsables del Grupo Alonso a pesar de las reiteradas llamadas.

Grupo Alonso, uno de los mayores empresarios del Puerto de València, es una empresa familiar en manos de la segunda generación dirida por Jorge Alonso Bonafort. En 2018 este conglomerado empresarial logró una facturación de 823 millones de euros, lo que supone un incremento del 9,7 % respecto al año anterior, según constatan las cuentas de explotación de la sociedad.

El negocio del área de logística de este conglomerado de los servicios y los transportes vinculados con la actividad marítima ascendió a 730 millones de euros y representa su principal actividad económica. Entre otras instalaciones la empresa gestiona una terminal en el Puerto de Sagunt. También cuenta con una plataforma logística que opera en el Puerto de Algeciras. Según constata el informe de gestión de la propia compañía, este grupo refinanció deuda en 2019 con un crédito sindicado de entidades financieras de 97,4 millones.

Negocios diversificados

La compañía posee una flota de más de 500 camiones. Aunque no es el más grande en tamaño de su sector, sí participa y controla toda la cadena logística, con sus eslabones incluidos, y transporta carga por vía marítima, terrestre, aérea y ferroviaria. Presta servicios de almacenaje, depósito, mantenimiento y fabricación de contenedores.

Los negocios de este imperio familiar también se diversifican en varios sectores de actividad económica. Jorge Alonso comparte la propiedad y la gestión del grupo con sus dos hermanos y en estos dos últimos años ha realizado varias operaciones de envergadura, como la compra de la transitaria All Ways Cargo para crecer en Portugal y África, así como la catalana Smart Logistics, para elevar su negocio americano.

Uno de los activos oportunísticos que adquirió Alonso, cónsul honorario de Corea, fue un gimnasio en Madrid. Alonso es dueño de parte de Castellana Sport Club, que asumió para cobrar un dinero que le debía el empresario de ocio nocturno Miguel Ángel Flores. Este fue el promotor de la fatídica fiesta de Halloween que se celebró en el pabellón Madrid Arena en 2012 y que causó la muerte de cinco jóvenes en medio de una avalancha provocada por el exceso de aforo y la falta de seguridad. Otro ejemplo de esa diversificación de negocios fue la adquisición de una empresa de ron cubano, Legendario, en 1998.

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