Un niño atado por los pies boca abajo al que le echan cera en la cara y después le ponen el pene en la boca para una felación. Suena fuerte, pero es real. Es lo que se ve en uno de los vídeos que compartía una red que se dedicaba al intercambio de imágenes pornográficas de extrema dureza, con la que acabó la eficaz actuación de la Policía de Zamora.

No es habitual que una Comisaría de una provincia tan pequeña como Zamora desarrolle una operación nacional de tal envergadura, pero es el papel que tocó a los agentes de la Ufam (Unidad de Familia y Mujer) que desde 2017 están trabajando en un caso que esta semana llega a su punto final con la vista oral prevista en la Audiencia Provincial de Zamora contra el principal implicado en esta red de posesión y distribución de pornografía, un hombre residente en la localidad alicantina de Ibi al que se considera administrador del grupo que suministraba las macabras imágenes casi exclusivamente por menores de edad.

La investigación tuvo un inicio casual. Un hombre residente en Madrid se apunta a un grupo de Whatsapp que se dedica a compartir los populares "memes" que tanto abundan en las redes sociales y se encuentra con que uno de los miembros estaba compartiendo un vídeo de abusos sexuales a un menor de corta edad, con imágenes de extrema dureza. Alarmado con lo que ve acude inmediatamente a la Policía para denunciar los hechos y los agentes descubren que la procedencia del vídeo en cuestión está en un teléfono móvil de Zamora. Es ahí donde entra la Comisaría provincial, concretamente el grupo de la Ufam, que logra arrestar en un pueblo próximo a la capital a un joven, menor de edad, al que requisan el teléfono móvil.

Se analizan más de 52.000 mensajes y 16.000 archivos, con ayuda de los grupos especializados en nuevas tecnologías de Valladolid y se concluye que en este grupo participan entre 200 y 300 personas, muchos de ellos menores de edad, que enviaban y solicitaban archivos o enlaces a otros usuarios del grupo en lo que era una auténtica red nacional de intercambio de pederastia.

El trabajo policial continúa hasta que se delimita el grupo de diez personas considerados los miembros más activos y se detecta al administrador del macabro pasatiempo, el único mayor de edad, que se jactaba de poseer uno de los vídeos de la serie 'Daisy´s Destruction' de Peter Gerald Scully, un peligroso criminal y psicópata australiano que cumple condena por la grabación de escenas de extrema dureza y crueldad. Hasta Ibi, en Alicante se desplazaron los agentes de Zamora para detener al que se considera administrador del grupo y registrar la vivienda para llevarse los equipos telefónicos e informáticos donde localizaron numerosos archivos de fotografía infantil.

Fue una operación que se desarrolló hace poco más de dos años, en junio de 2018, coordinadamente en varios puntos del país, para localizar el resto de miembros activos del grupo en Madrid, Sevilla, Murcia, Huesca, Jaén y Mallorca donde también se intervinieron numerosos terminales telefónicos y dispositivos electrónicos, a través de los que podrían haber tenido acceso a los contenidos ilegales y con los que han distribuido las imágenes. Normalmente este tipo de vídeos extremos en los que literalmente se tortura a niños para fines sexuales, se graban en Asia, aunque se difunden por este tipo de foros ilegales por todo el mundo. El adolescente zamorano ya fue sentenciado por el Juzgado de Menores de Zamora a una pena que no llegó a trascender a la opinión pública. El resto de detenidos también han sido juzgados por los tribunales de menores de las distintas provincias de residencia. Y este semana le toca rendir cuentas con la justicia al principal administrador del grupo ante la Audiencia Provincial de Zamora.