Ya hay condena para los encapuchados que en diciembre de 2018 asaltaron la tienda Louis Vuitton de la calle Poeta Querol de València, en pleno centro de València, y protagonizaron una espectacular persecución durante la que la policía se vio obligada a efectuar varios disparos, hiriendo a uno de los ladrones. Los tres acusados reconocieron ayer los hechos en el juicio celebrado en el Juzgado de lo Penal número seis de València y aceptaron penas que van desde los cuatro años y tres meses de prisión para el principal encausado, al volante del coche en el que huyeron y con la agravante de reincidencia, y tres años y medio de cárcel para cada uno de los otros dos.

Tras llegar a un acuerdo de conformidad, los letrados Sonia García, del despacho de Cristóbal Fernández, y Antonio Martín han logrado rebajar las peticiones iniciales de pena del Ministerio Fiscal a la mitad. De hecho, Pablo C. M. se enfrentaba a una pena de ocho años y ocho meses de cárcel por los delitos de robo y uso de vehículo a motor, robo con fuerza en las cosas en grado de tentativa, atentado a agentes de la autoridad con uso de instrumento peligroso y un delito contra la seguridad vial por conducción temeraria.

En el caso del delito de robo de vehículo se les condena finalmente por hurto y uso de vehículo a motor a una pena de 40 días de trabajos en beneficio de la comunidad. De igual modo el robo en el establecimiento Louis Vuitton se considera en grado de tentativa ya que fueron sorprendidos por la policía, pese a que se apoderaron de un botín valorado en 5.860 euros tras fracturar uno de los escaparates con una maza. Asimismo, respecto a la más de una decena de robos cometidos en esas fechas mediante un modus operandi similar que les atribuían los investigadores no se han podido acreditar.

Según ha quedado probado, los tres acusados, «puestos de común acuerdo», entre las 00.00 y la 01.00 horas del 10 de diciembre de 2018 forzaron y sustrajeron un vehículo, modelo Alfa Romeo, que estaba estacionado en la calle Campos Crespo de València «con la intención de utilizarlo temporalmente en su provecho». Asimismo, a las tres de la madrugada de esa misma noche a bordo de dicho coche se dirigieron al establecimiento comercial Louis Vuitton de la calle Poeta Querol.

Portando los rostros cubiertos con capuchas y con un casco integral de motorista, así como usando guantes y un hacha-maza, los ahora condenados fracturaron uno de los escaparates, apoderándose de efectos por un importe de 5.860 euros.

Tras ser sorprendidos por agentes de la Policía Nacional, y después de que éstos les dieran el alto, los acusados hicieron caso omiso y se subieron al vehículo que habían dejado con el motor en marcha, emprendiendo la huida a gran velocidad. También ha quedado acreditado que el conductor del coche trató de atropellar a los agentes, quienes se vieron obligados a apartarse para no ser arrollados.

Uno de los acusados Juan Carlos V. C., que iba de copiloto, sacó un arma de fuego corta y efectuó un disparo contra la policía. Los agentes respondieron con varios disparos con sus armas reglamentarias dirigidos a la parte baja del vehículo en el que huían, iniciándose una espectacular persecución. Durante la misma, uno de los procesados vació el contenido del extintor sobre el vehículo policial dejándolos a ciegas durante unos segundos.

La persecución, en la que circularon en sentido contrario y pusieron en riesgo la vida de otros conductores, siguió por la avenida Guillén de Castro y la avenida Cortes Valencianas, hasta que fueron interceptados por la policía en la Pista de Ademuz.