Un guardia civil de Calp declaró ayer en calidad de investigado en un juzgado de Dénia por su presunta vinculación con la red internacional de narcos desarticulada por la Benemérita y la Policía que operaba en la Marina Alta y en la Costa del Sol, en concreto por el supuesto pago de dinero al agente a cambio de facilitar información de un alijo intervenido, según confirmaron fuentes cercanas al caso.

Esta organización llegó a secuestrar a dos de sus miembros al creer que la rama alicantina había robado 400 kilos de hachís que habían transportado desde la Costa del Sol hasta la Marina Alta para su almacenamiento, como ya publicó este diario. La realidad era muy distinta y la droga había sido intervenida por la Policía Local de Benissa en un polígono de este municipio tras la llamada telefónica de un vecino.

Sin embargo, los cabecillas de la red, que residían en la Costa del Sol, no se lo creyeron y exigieron a la rama alicantina que acreditara el decomiso de la droga. Todo ello provocó momentos de tensión entre ambos grupos, con secuestros incluidos y un rescate exigido de más de 300.000 euros para liberar a una persona.

Las intervenciones telefónicas de la investigación iniciada por la Guardia Civil bajo la supervisión de la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Dénia no sólo desvelaron que dos miembros del grupo alicantino fueron secuestrados por los malagueños como consecuencia del supuesto robo, que era incierto, sino que también en una de las conversaciones entre miembros del grupo uno de ellos llegó a afirmar que un guardia civil le había exigido el pago de 40 o 50.000 mil euros a cambio de acreditarles que el alijo de droga que reclamaban desde la Costa del Sol había sido incautado por sus compañeros.

Agentes antinarcóticos del EDOA de la Guardia Civil de Alicante identificaron al sospechoso, un agente destinado en Calp pero que lleva más de un año de baja, y lo detuvieron la semana pasada, según fuentes de toda solvencia. Tras tomarle declaración en el cuartel de Calp, lo dejaron en libertad y advertido de que debía comparecer cuando el juzgado lo citase, algo que sucedió ayer por la mañana.

Desde la Comandancia de Alicante declinaron ayer ofrecer cualquier información sobre el guardia civil de Calp detenido.

Furgoneta en Benissa

La furgoneta con la droga fue descubierta a principios de abril en el polígono La Pedrera de Benissa, en pleno estado de alarma. Una llamada telefónica alertó de la presencia de una furgoneta sospechosa y cuando llegó al lugar una patrulla de la Policía Local los agentes vieron que tenía una puerta abierta y en su interior había una docena de fardos de hachís.

En un primer momento se hicieron cargo del vehículo agentes del cuartel de la Guardia Civil de Benissa. La furgoneta fue trasladada a las dependencias de la Benemérita en Calp, donde se realizó la inspección ocular del vehículo con el fin de recabar pruebas sobre los responsables del alijo decomisado en Benissa.

Las indagaciones realizadas sobre esta furgoneta permitieron a la Guardia Civil descubrir a presuntos traficantes de la organización en los municipios de Gata de Gorgos, Teulada-Moraira y Calp. Estos implicados tenían relación con personas afincadas en la Costa del Sol y altamente peligrosas, según informó el viernes la Guardia Civil.

La rama alicantina se encargaba de almacenar el hachís que recibían de la rama malagueña antes de transportarlo a Francia, su destino final. El abandono de uno de estos transportes fue el que desencadenó los dos secuestros por el supuesto robo de droga. Una de las víctimas estuvo retenida más de veinte días con el fin de asegurar el pago de la droga y los secuestradores llegaron a reclamar el pago de más de 300.000 euros.

Además de estas actividades, los implicados de la rama alicantina también se dedicaban al tráfico de drogas al menudeo y en la operación se desmantelaron tres puntos de venta en Gata de Gorgos, Teulada y Calp, donde una peluquería era la «tapadera» para la distribución de sustancias estupefacientes. En la operación antidroga, además de incautar más de 400 kilos de hachís, la Guardia Civil y la Policía Nacional intervinieron diversas armas de fuego semiautomáticas con munición, más de 220.000 euros en efectivo y seis coches de alta gama.