Cinco pistolas con sus números de serie borrados, una piel de leopardo con cabeza en el dormitorio, premios de lotería un mes sí y al otro también, un cuarto de millón en billetes de 50 ocultos en un doble fondo€ Y un entramado millonario obtenido a partir del narcotráfico a gran escala, con uno de los gimnasios más conocidos de València como epicentro. Es, en pocas palabras, el resumen de la Operación Avellano-Portet desarrollada conjuntamente por la Guardia Civil y la Policía Nacional desde 2016, y de la que Levante-EMV ya había informado en exclusiva en diciembre de 2018 y en junio pasado, cuando los agentes precintaron el gimnasio del principal sospechoso en Quart de Poblet y todo su contenido, valorado en un millón de euros.

La investigación, llevada a cabo por el grupo de Blanqueo de Capitales de la UCO de la Guardia Civil y por el grupo V de Estupefacientes de la Udyco de la Policía Nacional de València, ha tenido como objetivo central al dueño de ese gimnasio, Onofre G. R., "vinculado históricamente al narcotráfico", según recoge el comunicado conjunto emitido hoy por ambos cuerpos para informar de la operación.

Desde 2016, los investigadores han tratado de desmontar pacientmente la fórmula financiera que el investigado utilizaba para darle salida a ingentes cantidades de dinero presuntamente obtenidas a partir del tráfico de cocaína en grandes cantidades. De hecho, ha estado investigado y detenido -y hasta ahora absuelto- en varias incautaciones de contenedores de cocaína en el puerto de València.

En diciembre de 2018, los investigadores realizaron un primer registro en el gimnasio y otras instalaciones suyas en los bajos de una misma manzana de Quart de Poblet. En esa ocasión, Onofre G. R. fue detenido y los agentes se incautaron de numeroso productos prohibidos, como anabolizantes y sustancias dopantes, informa la Guardia Civil.

En los siete registros domiciliarios llevados a cabo en ese momento encontraron cinco pistolas con los número de serie borrados ocultas en una taquilla del gimnasio, así como 230.000 euros en billetes de 50, escondidos en un doble fondo en la mansión donde reside el presunto cabecilla. Fue también en su casa donde hallaron una piel de leopardo con cabeza, completamente ilegal y prohibida.

Entre la documentación intervenida en ese momento, se localizaron también escrituras de inmuebles a nombre de otras personas, e incluso proyectos hoteleros, que los investigadores aún continúan analizando, y que de momento están paralizados.

A partir de ahí, el grupo de blanqueo de la UCO ha ido analizando pacientemente los mecanismos por los que el principal investigado se habría hecho con todos los bajos de la manzana donde abrió el gimnasio ahora precintado e intervenido así como negocios de belleza y nutrición. Pero también, según el comunicado, el dinero procedente del narcotráfico habría ido a parar a la compra de inmuebles y a la realización las lujosas reformas realizadas en las viviendas del principal investigado y miembros de su círculo personal más directo.

Según la Guardia Civil y la Policía Nacional, el sistema consistía en la inyección de fuertes sumas de dinero en las cuentas de sus familiares, que a su vez realizaban las inversiones. Varios de esos supuestos testaferros han sido agraciados con premios de lotería en los últimos años, la última vez, en 2017, algo que los investigadores sitúan en el marco de uno de los procedimientos más clásicos de blanqueo de capitales.

Tras concluir la investigación, la UCO realizó un minucioso informe que ha servido de base al juez de Instrucción número 1 de València y a la Fiscalía Antidroga de València para permitir el precintado y decomiso de toda la maquinaria y elementos contenidos en las instalaciones deportivas, actuación que se realizó el pasado 22 de junio, en una operación llevada en absoluto secreto para evitar que la intervención llegase a oídos del principal investigado, entre cuyo clientes del gimnasio hay numeroso agentes de las fuerzas de seguridad y de la seguridad privada.

El material confiscado ese día, que permanece en el interior, está valorado en más de un millón de euros, y aún está pendiente que el juez se pronuncie sobre el resto de propiedades, directas o indirectas, de Onofre G. R., entre ellas varios vehículos deportivos y otros de alta gama.