La Guardia Civil ha desarticulado, con la detención de sus once integrantes, una peligrosa banda de atacadores que tenía su base en el barrio de Almanjáyar de la capital granadina y que estaba especializada en el robo a gasolineras, supermercados, establecimientos de hostelería y tiendas de telefonía móvil.

Se ha detenido a 11 personas de entre 16 y 31 años, todos con antecedentes policiales, en las localidades de Atarfe y Granada como presuntos autores de al menos 30 robos con violencia e intimidación y cuatro robos de uso de vehículos a motor perpetrados en el área metropolitana de Granada.

Algunos de los detenidos estaban cumpliendo condena y aprovecharon sus permisos penitenciarios para cometer los atracos, según informa en una nota la Guardia Civil.

Durante los registros practicados en los domicilios se han recuperado una pistola simulada de las que utilizaban en los atracos, dos teléfonos móviles robados, ropas y efectos relacionados con los robos investigados.

La llamada operación ABS se inició en diciembre de 2019 tras constatar que en la localidad de Atarfe se habían producido un número elevado de atracos en gasolineras y supermercados con un mismo modus operandi, y que estos atracos se habían extendido después a otros municipios del cinturón granadino.

Las primeras pesquisas de la Guardia Civil apuntaban a un grupo de jóvenes delincuentes de la localidad de Atarfe; aunque más tarde hubo que ampliar las investigaciones al descubrir un segundo grupo de atracadores en el barrio de Almanjáyar de Granada y que ambos estaban conectados.

Dos de los detenidos se habían conocido en un centro de menores y habían conseguido unir la banda de Atarfe y la de Almanjáyar en una sola con el fin de ampliar su horizonte delictivo, ya que los robos se extendieron por toda el área metropolitana.

Los integrantes de la banda entraba en los establecimientos armados con pistolas, subfusiles, catanas y machetes amedrentando a sus víctimas, a las que no dudaban en golpear si hacía falta, para apoderarse de la caja registradora y huían luego en motocicletas o coches robados previamente.

Los agentes han comprobado que hasta el momento los ahora detenidos habrían atracado 30 establecimientos granadinos consiguiendo un botín superior a los 65.000 euros.

Altas medidas de seguridad

Todos ya habían sido detenidos anteriormente por hechos similares, por lo que tenían experiencia y tomaban medidas de seguridad que dificultaron mucho su identificación.

Para ello, ocultaban su rostro con cascos integrales, gafas y pasamontañas, y se cubrían las zapatillas con bolsas de plástico para que no se las reconociera en las imágenes de las cámaras de seguridad.

Además, la ropa que utilizaban en los atracos no la guardaban en sus domicilios; utilizaban coches y motos robadas de los que se deshacían después de los robos y disponían de una base de operaciones en un piso situado en un callejón de Almanjáyar, en una zona donde no era posible la vigilancia policial sin ser descubiertos.

Otra característica de los atracadores es que eran especialmente activos. Por ejemplo, el 31 de diciembre de 2019 en apenas 20 minutos dos de los detenidos atracaron armados con un subfusil y utilizando una motocicleta robada una gasolinera en Albolote. Inmediatamente después otra en Maracena y finalmente otra de las gasolineras de un conocido parque comercial del municipio de Pulianas.

Las dos primeras detenciones se produjeron el pasado mes de febrero; aunque la fase de explotación de esta operación fue en junio, momento en el que se arrestó a los cabecillas de este grupo delictivo y se realizaron tres registros domiciliarios, uno en Atarfe y dos en Granada. La última detención se produjo el pasado 2 de julio.

La investigación ha sido llevada a cabo por agentes pertenecientes al equipo de Patrimonio de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Granada.