Lady Marcela Vargas tenía 26 años recién cumplidos. Los había hecho el día 9 de junio, lejos de su tierra natal, Caolombia, pero, sobre todo, de sus dos hijos. Una niño de un año y una niña de 3 que se había dejado al cuidado de la abuela para intentar buscar un futuro mejor al otro lado del océano.

Se cruzó con Jorge Ignacio P. J. el 15 de junio. Llevaba en España unos pocos meses, por lo que ni siquiera tuvo tiempo de conseguir ese dinero que quería para mejorar las perspectivas futuras de sus dos hijos.

Su familia, desde Colombia, pedía recientemente justicia para Lady Marcela desde el altavoz en que se han convertido las páginas en redes sociales que la familia de Marta Calvo alimenta para garantizar que el proceso culmine en la condena a prisión permanente revisable del presunto autor de esas muertes.