Agentes de la Policía Nacional detuvieron este lunes a una mujer de 41 años tras la muerte de un hombre de 65 que presentaba heridas de arma blanca, confirmaron a este diario fuentes policiales. Los hechos ocurrieron poco antes en el domicilio de la arrestada, sito en el barrio alicantino de La Florida, en un segundo piso de un edificio en la calle Regulo. Entre el fallecido y la detenida no había relación sentimental y no convivían juntos, aunque él acudía a visitarla a diario. Momentos en los que, según los testimonios de las vecinos, habían mantenido numerosas discusiones y peleas.

Los hechos ocurrieron ayer por la mañana en el domicilio de la detenida, donde los servicios de emergencia habían acudido ante el aviso de que había un hombre con un ataque al corazón, una situación que dio un vuelco cuando se detectó que el hombre presentaba signos de haber sido apuñalado. Fuentes cercanas al caso indicaron que aparentemente las heridas que presentaba no parecían mortales, por lo que debe ser una autopsia la que determine si fue asesinado o si la muerte se produjo por otro problema de salud, ya que el fallecido presentaba patologías previas. La Policía está investigando si en el caso de tratarse de un homicidio pudo haber tenido un móvil económico.

La arrestada,de nacionalidad eslovaca, vivía en el domicilio de su anterior pareja sentimental que falleció hace cuatro años de un ataque cardiaco y con quien tenía una hija, de siete años de edad, según los testimonios recogidos por este diario, una situación que le permitió estar en el piso aunque no fuera la titular. Los Servicios Sociales habían asumido la tutela de la menor hacía unas pocas semanas debido a los problemas de la madre con la bebida. La ahora arrestada había mantenido diversas discusiones con otros vecinos y altercados que motivaban que frecuentemente la policía tuviera que acudir a la vivienda.

Visitas diarias

Las fuentes consultadas por este diario señalaron que el fallecido iba diariamente al domicilio de la ahora detenida, donde le llevaba cervezas y comida. Sobre las ocho de la tarde, regresaba a su domicilio y cada uno por su cuenta. Durante el tiempo que estaba en la vivienda, era frecuente que los vecinos escucharan gritos y discusiones. «Bebía mucho y por la noche siempre estaba montando follones», relataron algunos vecinos del inmueble.

Cuando los efectivos sanitarios acudieron ayer a la vivienda algunos vecinos se asomaron alertados por la presencia policial en la puerta, al preguntar a la mujer, ella les respondió que el hombre había tenido un infarto. Sin embargo, su versión no convenció a los agentes que vieron sospechosas las puñaladas que presenta la víctima. Ninguna de ellas era mortal y el hombre presentaba patologías previas, por lo que han optado por el arresto de la sospechosa a la espera de lo que determinen los forenses. La Policía está tratando de determinar si el patrimonio del fallecido ha podido tener alguna relación con su muerte.