Amigos de la mujer asesinada presuntamente por su novio en València y cuyo cadáver fue encontrado en el interior del maletero de un vehículo en el barrio de Patraix, han exigido justicia en una concentración realizada ayer por la mañana en la plaza del Ayuntamiento de la ciudad. Ante el edificio consistorial, los congregados colocaron velas y flores en un emotivo acto presidido por una imagen de la víctima, de 33 años, nacida en Argentina y de origen uruguayo, pero con nacionalidad española. El cadáver de la mujer fue descubierto a finales de agosto en el interior del maletero de un vehículo en el barrio de Patraix, tal como adelantó en exclusiva Levante-EMV, y la semana pasada fue detenido en Suiza su novio como presunto autor del crimen. El agresor había huido tras hacerse con billetes a su país, Colombia, a donde por fortuna no llegó a viajar gracias a la rapidez en las investigaciones del grupo de Homicidios de la Policía Nacional de València. El Juzgado central de Instrucción número 6 la Audiencia Nacional, en funciones de guardia, acordó el viernes de la semana pasada, 4 de septiembre, el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza del detenido, y ese mismo día fue trasladado a España bajo custodia policial. Según informó el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), el presunto asesino quedó a disposición del Juzgado de Violencia sobre la Mujer (JVM) número 3 de Valencia, competente en la instrucción de estas diligencias y que es el que había formalizado previamente ante las autoridades helvéticas la solicitud de entrega del sospechoso a España. La magistrada titular del JVM 3 de Valencia celebrará en los próximos días una comparecencia con presencia del arrestado para ratificar las medidas cautelares adoptadas por el juzgado de guardia de Madrid. El sospechoso fue detenido a primeros de septiembre en la estación de tren de Ginebra, cuando intentaba abandonar Suiza, con destino a Colombia. La víctima se encontraba en paradero desconocido desde el pasado 24 de agosto. Fue una de sus amigas quien denunció la desaparición ante la Policía el siguiente sábado, día 29., después de hablar con su compañero de piso y constatar que no sabía de ella desde una semana antes. En el piso, que compartían Yessica, su presunto asesino y el otro hombre, estaban todos los efectos personales y la ropa de la mujer, pero no quedaba ni rastro de las propiedades del sospechoso, lo que alimentó la teoría de que le había hecho algo y había huido del país. Nada más presentar la denuncia, la Policía Nacional acompañó a los amigos a la calle donde vivía Yessica, y abrieron el coche de la joven, aparcado en las inmediaciones. En el maletero encontraron su cuerpo sin vida, cubierto de tierra.