Un total de cinco años de prisión es la condena que solicita la Fiscalía para un profesor de violín de 78 años acusado de abusar sexualmente, a la que presuntamente trató de forma degradante. El ministerio público también solicita que se le imponga alejamiento, libertad vigilada e inhabilitación. La Fiscalía presentó este lunes el escrito de acusación provisional ante el Juzgado de instrucción número 1 de Oviedo por el que imputa al acusado un delito continuado de abuso sexual y otro de trato degradante con agravante de abuso de superioridad.

El fiscal entiende que el profesor de violín presuntamente se aprovechó de su autoridad sobre sus alumnos y de la diferencia de edad para abusar sexualmente de la joven durante tres años, en los cursos de 2015 a 2018.

Según el escrito de acusación, el docente empezó a mostrar una actitud "anormalmente cariñosa" durante el curso 2015-16 hacia una alumna a la que, con el pretexto de corregirle cualquier postura a la hora de tocar el violín, le "palpaba innecesariamente" y sin pedir ningún tipo de permiso la parte superior del pecho. Además, le agarraba la cintura por detrás o le daba golpecitos tanto por la parte inferior del vientre como por la espalda cerca de los glúteos, manteniéndose en todo momento a una distancia muy próxima sin motivo.

También le contaba chistes inapropiados en los que repetía la palabra "follar" mientras se reía y observaba su reacción, y, en ocasiones, también se ponía frente a ella abrazándola fuertemente mientras apoyaba su frente contra la de su alumna durante un rato, acercando su cara a la suya y besándola en los labios.

Las clases fueron tornándose cada vez más duras y el acusado gritaba e insultaba a la joven con expresiones del tipo: "Eres una idiota, no vales para nada, eres tonta, cretina, retrasada mental, eres una mierda como persona".

Durante el curso 2016-17, el comportamiento del acusado se recrudeció, lo que provocó a la joven ataques de ansiedad y su ingreso hospitalario, según la Fiscalía. El acusado, además, daba collejas a la alumna, la azotaba en los dedos de la mano izquierda mientras tocaba con el arco del violín, le golpeaba "con saña" con un anillo de oro, le daba fuertes empujones con la intención de tirarle al suelo y, cuando se tambaleaba, aprovechaba para golpearle con el arco en la cabeza.