Jorge Ignacio P. J., el presunto asesino de Marta Calvo, Lady Marcela Vargas y Arliene Ramos, se ha negado a declarar, una vez más, durante la comparecencia de imputación de delitos que ha tenido lugar esta mañana en la sala Tirant lo Blanc II de la Ciudad de la Justicia, adonde ha sido conducido desde la cárcel de Picassent para que el juez instructor le comunique que se le acusa formalmente de tres homicidios o asesinatos consumados y al menos otros tres en grado de tentativa relativos a seis de las once mujeres supervivientes que hasta ahora han declarado contra él.

Tal como estaba previsto, tanto la acusación particular ejercida por la madre de Marta Calvo, su última víctima mortal conocida, como la de Lady Marcela y Arliene, han pedido que se le impute por asesinato, al entender que la muerte de las chicas se produjo en circunstancia agravadas por el uso de la cocaína en grandes cantidades que les introducía por vía genital sin su consentimiento. Además el letrado de las dos últimas, Juan Carlos Navarro, que también representa a dos de las víctimas supervivientes, solicitará que se le imputen esos dos asesinatos intentados en el caso de las dos mujeres que lograron salir vivas de los encuentros sexuales con Jorge Ignacio P.J.

La fiscal le imputa dos homicidios consumados (los de Marta y Lady Marcela, a la espera de nuevas pruebas en el caso de Arliene), mientras que la abogada del despacho de Baltasar Garzón que representa al padre de Marta ha pedido que s ele juzgue por un delito de asesinato y otro contra la integridad moral.

Por su parte la defensa alega que no hay causa para imputarle.

Estas imputaciones pueden variar y agravarse conforme avance la instrucción y la Guardia Civil aporte nuevas pruebas.

El acusado ha estado representado por el abogado particular que lo lleva desde el principio, Óscar Fernández, y hoy se ha sumado también a la causa una letrada de oficio de Pamplona, que es quien lleva su defensa en el proceso que sigue la audiencia provincial navarra contra el presunto asesino en serie por tráfico de drogas. Jorge Ignacio P. J. está pendiente de ser juzgado en Pamplona por la posesión de 300 gramos de cocaína.

Ha sido precisamente esta letrada quien, nada más empezar la comparecencia, en torno a las 11.15 horas de hoy, ha pedido al juez, titular del Juzgado de Instrucción número 20 de València, que se le retirasen las esposas a su cliente, alegando garantías legales, a lo que el magistrado se ha negado por razones de seguridad.

El presunto asesino ha llegado custodiado por dos agentes de la Policía Nacional, que han permanecido en todo momento a su lado. Su actitud ha sido, como en otras comparecencias, de tranquilidad, frialdad y distanciamiento. Tanto es así que se ha negado a revelar dónde está el cuerpo a preguntas del juez.

Además de la imputación de los delitos, que en el caso de la acusación particular ejercida por la madre de Marta Calvo por los letrados Vicente Escribano y Pilar Jové incluyen los de agresión sexual, profanación de cadáveres y tráfico de drogas -por procurar cocaína a la joven de Estivella-, todo ello con la agravante de género, las partes personadas en la causa también han solicitado nuevas pruebas para apuntillar aún más la acusación contra Jorge Ignacio P. J.

Así, los letrados de Marta Calvo, tanto los contratados por la madre como por el padre -el despacho jurídico del ex juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón- y el de las otras dos víctimas mortales, así como la fiscal asignada a este caso, han solicitado que se le tome declaración, a ser posible como prueba anticipada del juicio, a las once chicas que hasta ahora se han atrevido a dar el paso y denunciar al presunto asesino.

Además, tal como ha adelantado hoy Levante-EMV, la madre de Marta Calvo ha pedido la reconstrucción del crimen de su hija, del que este sábado se cumple ya un año sin que su cuerpo haya podido ser localizado, diligencia que supondría llevar al acusado de nuevo al escenario del asesinato, en la casa alquilada que tenía en la localidad de Manuel.

Así mismo, se ha solicitado que declare en la causa la madre de Jorge Ignacio P. J., que reside en Palma de Mallorca y viajo a València al día siguiente de la muerte de Marta, el 8 de noviembre, para pasar todo el fin de semana con su hijo, que celebraba su cumpleaños precisamente ese día. Tal como publicó entonces este diario, la madre de Jorge Ignacio P. J. Se llevó de vuelta consigo a Mallorca el iPad del presunto asesino, el router con el que se conectaba a internet y ropa, que entregó días más tarde a la Guardia Civil, después de dos requerimientos de los investigadores. Tras la entrega, los agentes descubrieron que la ropa había sido lavada y los dos dispositivos, reseteados. Las acusaciones quieren ahora preguntarle por si pudo encubrir de algún modo el asesinato. En el ordenamiento jurídico español, cualquier persona puede ser investigada e incluso detenida por encubrimiento, aunque los familiares directos de un acusado no pueden ser juzgados por ello, ya que la ley les permite no denunciarles ni declarar contra ellos.