Una discrepancia de 6 meses frustró ayer que se cerrara el caso por el atropello el 7 de mayo de 2017 de seis ciclistas de Xàbia, de los que tres murieron, en la N-332 en Oliva. La conductora que invadió el carril y el arcén contrarios y arrolló brutalmente a los deportistas cumplió un año de prisión preventiva. Salió en libertad provisional tras pagar una fianza de 7.000 euros y ahora prefiere ir a juicio y arriesgarse a que la condenen a 4 años antes que aceptar entrar (sería por unos meses) de nuevo en prisión. Está acusada de tres delitos de homicidio con imprudencia grave, otros tres de lesiones y de un delito contra la seguridad vial

Los abogados de las víctimas, el fiscal y el letrado de Mavi S., la conductora que tras una noche de fiesta arrolló a los ciclistas (dio positivo en alcohol y drogas), no alcanzaron ayer en el Palau de Justícia de Gandia un acuerdo que evitara un juicio que se ha fijado para el próximo 24 de mayo. La acusación y la fiscalía aceptaban rebajar la pena a tres años y seis meses. Pero la defensa pidió que la condena se quedara en tres años, lo que le evitaba a la joven, que ahora tiene 31 años, volver a pisar la cárcel.

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Una conductora ebria y drogada mata a dos ciclistas en Oliva

En principio, todas las partes parecían dispuestas a firmar la conformidad. Pero seis meses dieron al traste con un acuerdo que hubiera puesto fin a la causa penal. Cuando en mayo se celebre el juicio, ya habrán pasado cuatro años de una tragedia que estremeció a Xàbia y al mundo del ciclismo.

Los abogados Óscar Antón y Vicente Olmos, que representan a varios de los ciclistas y sus familias, explicaron tras el fallido acto de conformidad que «la disparidad de criterios era demasiado grande». «Iremos a juicio y vamos a mantener el escrito de acusación y la petición de la pena máxima de cuatro años», dijo Antón. Mientras, Olmos aclaró que las responsabilidades civiles sí están ya cubiertas y las familias han percibido todas las indemnizaciones.

La conductora, que alega que está reinsertada, se enfrenta a cuatro años de prisión por tres homicidios imprudentes

La defensa esgrime para que la acusada no regrese a prisión aunque sea solo por unos meses que está reinsertada. El abogado acreditó que está trabajando en un negocio de hostelería. También alega que ha habido dilación indebida en la celebración del juicio. Esa dilación ha causado, por otra parte, más dolor a las víctimas. Y aporta informes psicológicos que advierten de que la joven no soportaría pasar otra vez por la cárcel.

"Quiero mirarla a la cara y saber si es consciente del daño que ha hecho a seis familias"

Andrés Contreras - Uno de los tres ciclistas que sobrevivió

Andrés Contreras, uno de los ciclistas que sobrevivió al terrible atropello (todavía sufre graves secuelas), afirmó ayer en la puerta del juzgado de Gandia que si hay juicio, como así finalmente será, podrá «mirar a la cara» a la acusada y «saber si es consciente del daño que le ha hecho a seis familias». «Yo perdí a mi padre (uno de los ciclistas que falleció) y quedé destrozado».

Una noche de fiesta, alcohol y cocaína que acabó en tragedia

Dos caminos opuestos. En todos los sentidos. Seis ciclistas de Xàbia salieron de buena mañana el 7 de mayo de 2017 a disfrutar de la bicicleta. Pedaleaban en dirección a Oliva por la N-332. Un coche que venía de cara invadió de repente el carril y el arcén contrarios. Lo conducía Mavi S., de 28 años, no había dormido en toda la noche y desde la 1 a las 5 de la madrugada, según consta en el escrito de acusación del fiscal, había estado tomando alcohol y drogas. Había salido de trabajar a la 1 de la madrugada y estuvo toda la noche de fiesta. En «estado de somnolencia y fatiga», perdió el control del coche, que era el de su abuelo, y arrolló a los seis deportistas. Edu Monfort, de 27 años, y Luis Alberto Contreras, de 55, murieron en el acto. José Antoni Albi, de 28 años, falleció en el hospital cuatro días después. Scott Gordon, de 46, y Andrés Contreras, de 26, quedaron gravemente heridos (arrastran todavía dolorosas secuelas). Jaime Escortell sufrió estrés postraumático.

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La conductora dio positivo dos veces en la prueba de alcoholemia. En la primera prueba, realizada a las 9:06 horas (el atropello ocurrió sobre las 8:30), la tasa fue de 0,79 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. La segunda, practicada un cuarto de hora después, subió a 0,91, lo que significa cuadriplicar el máximo permitido. El primer test de drogas arrojó un resultado positivo de 56,4 ng/ml en cocaína.

 Tras el accidente, la joven estaba desmadejada, «adormilada y con la ropa desarreglada y sucia y con olor a alcohol». Respondía a las preguntas de los agentes con voz «pastosa y lenta» y «expresión incoherente».