Marisol Burón Flores, la madre de Marta, es la cara visible de las familias de las chicas que se han convertido en víctimas de Jorge Ignacio P. J. Y su vigilante más implacable. Considera que Marta le cedió un legado: «Que no vuelva a ver nunca más la luz del sol fuera de la cárcel». Eso se traduce en conseguir que lo condenen a prisión permanente revisable, «y digo revisable, porque esa es la ley que tenemos en este país, pero yo creo que una persona que no revela qué ha hecho con su víctima no debería disfrutar de ese derecho».De hecho, tanto sus abogados como la que representa al padre de Marta acusan a Jorge Ignacio P. J., entre otros, de un delito contra la integridad moral, por el daño añadido que supone para las familias que no les dejen «tener un lugar de reposo» para las víctimas. «Saber cada noche que mi hija sigue ahí fuera, sin saber dónde está» es un martirio «insoportable» que ni siquiera le permite empezar el duelo por Marta.

Todo ese dolor es la base que la ha convertido en la mujer fuerte que mantiene esa lucha, personalmente, y a través de la página de Facebook ‘Por Marta Calvo Burón’, que ya tiene 1.811 seguidores y que constituirá la base de la futura recogida de firmas para «pedir que endurezcan las leyes en estos casos. Si no revelas dónde está el cuerpo, más delito, más pena», anuncia. 

Y un mensaje más. Este, para la madre del presunto asesino de su hija: «Esa madre sabe más de lo que dice. Y yo le pido, una vez más, como madre, que me ayude. Que hable con él y que lo convenza para que nos diga dónde está Marta. Si no le hizo nada, como dice, ¿por qué no dice dónde está?». La pregunta queda flotando en el aire.