La acusada de haber asesinado en Elda a un niño de ocho años relató ayer su declaración ante el juez que instruye el caso de Dominique que el niño se atragantó con un trozo de jamón mientras ella se estaba duchando y trató de sacarlo metiendo la mano en la boca, dándole golpes en la espalda y haciendo el boca a boca.

Sobre el motivo que le llevó a simular un asalto, Alejandra G. P. subrayó que se le ocurrió «de repende»: «Tenía miedo por fallarle a mi pareja que me había dejado que le cuidara. Ni yo misma sé por qué lo hice, se me fue la cabeza». «Me arrepiento mucho de no haber contado antes la verdad. Estaba hundida y no encontraba la salida», añadió.

También admitió que envió una carta anónima a su madre en la que se decía que lo ocurrido era obra de «unos sudamericanos y que se les fue de las manos». De igual forma, dijo que lo hizo porque le empezaron a llegar comentarios de que sospechaban de ella y que «se iba a pudrir en la cárcel»: «Me puse mucho más nerviosa».

La mujer fue recibida ayer con insultos a su llegada a la Audiencia de Alicante desde prisión. Una persona del entorno de la madre de acogida del menor la estaba esperando a gritos de «asesina» y sosteniendo un cartel en el que se leía «Justicia para Dominique».

En la Audiencia se seleccionó ayer el jurado popular y está compuesto por seis hombres y tres mujeres. La Fiscalía pide para ella la prisión permanente revisable, por lo que en caso de fuera condenada sería la segunda vez que se aplica esta medida en la provincia de Alicante.

El juicio tendría que haberse celebrado en junio pero se suspendió a causa de las restricciones sanitarias por la pandemia. Nuevamente se señaló para octubre, pero se tuvo que suspender ante las dificultades para poner en marcha un servicio de estenotipia que garantizara que la acusada puede seguir la sesión, ya que padece de una discapacidad auditiva».