Un aviso de un vecino de Sagunt que llevaba unos 17 días sin ver a un amigo acabó revelando la peor de las noticias: Su cuerpo yacía sin vida en el jardín de su casa de campo y parte del cadáver había sido devorado por sus perros, dos animales mestizos de gran tamaño.

Agentes de la Guardia Rural y la Guardia Civil acudieron al lugar el martes a mediodía al ser alertados por un vecino que se extrañó al no tener noticias de él desde que el pasado día 1 habían hablado por teléfono. Gracias a sus indicaciones, llegaron hasta la casa. Y allí, bajo de un árbol del jardín, encontraron su cuerpo sin vida, boca abajo, con ropa desgarrada y severamente mutilado por la acción de los perros.

La policía judicial de la Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación y, aunque todo apunta a que el fallecido es el propietario de la vivienda, un hombre de 69 años, han pedido pruebas de ADN para confirmarlo a nivel genético y no tener dudas sobre su identidad.

Los agentes, no obstante, tienen claro que será determinante el informe del forense para saber la causa del fallecimiento y si las heridas de los animales acabaron con su vida o fueron posteriores a una muerte provocada por causas naturales, como han confirmado fuentes policiales a Levante-EMV.

Mordedura anterior

Según allegados a la víctima, uno de sus perros ya le había mordido en al menos una ocasión. En cualquier caso, desde la Guardia Civil se dio orden para que los animales fueran recogidos por una protectora y no sean sacrificados mientras continúe la investigación de lo ocurrido.

A falta de tener más datos concretos sobre el caso, cuando unos perros acaban protagonizando hechos de este tipo es porque llevan muchos días sin ningún tipo de alimento, como confirmaban ayer a este diario desde una protectora de Sagunt.

Los hechos se produjeron en una casa diseminada y situada en una zona de montaña que está lejos del casco urbano, concretamente por el Camí de l’Estepar.