La mujer que dejó morir a su bebé de 17 meses tras dejarla sola en el domicilio familiar durante un mes con un biberón y unas galletas ha sido condenada por la Audiencia Provincial de Málaga a dieciséis años de prisión, tras el veredicto del jurado popular que la declaró culpable por unanimidad.

La sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, condena a la mujer a quince años de prisión por un delito de asesinato con alevosía por desvalimiento y a un año de prisión por un delito de abandono temporal de menores.

El tribunal relata en los hechos probados que la acusada dio a luz a la niña en el Hospital de la Axarquía de Vélez-Málaga el 4 de mayo de 2017, a finales del curso escolar 2017/2018 se trasladó a Málaga y en agosto de 2018 comenzó a trabajar como camarera y relaciones públicas en una discoteca.

La mujer se marchaba a su trabajo sobre las dos de la madrugada y dejaba sola en su vivienda a la menor, que tenía entonces 15 meses, y cuando terminaba su jornada laboral sobre las seis de la madrugada no regresaba a su casa, sino al domicilio de una amiga, por lo que volvía a su apartamento sobre las 14:00 horas.

Por ello, "prácticamente de forma diaria, su hija permanecía sola en casa desprovista de atención afectiva y de los cuidados físicos", como bebida, alimentación y aseo, "precisos para un bebé de su edad", añade la sentencia.

Después, la mujer pasó a quedarse a dormir de forma habitual en casa de un amigo, y cuando dejó de trabajar en la discoteca, "mantuvo una intensa vida nocturna" y salía habitualmente con su pareja y con dicho amigo.

A ambos les aseguró que su hija "se encontraba en su casa cuidada por una chica que se encargaba de atenderla, si bien a ninguno de los dos les llegó a mostrar a su hija ni les indicó la dirección exacta donde se encontraba", según la sentencia.

En octubre de 2018, "siendo consciente de que de forma ineludible iba a producir el resultado de la muerte de su hija", la mujer la abandonó en su apartamento, al dejarla encerrada en el dormitorio, sobre la cama, con la puerta cerrada y la ventana con la persiana cerrada, tan solo con un biberón y unas galletas".

La mujer continuó con su vida social nocturna, en la que llegó a celebrar una fiesta por su vigésimo cumpleaños el 27 de noviembre de 2018, y cuando sus hermanos le preguntaron por su hija aseguró que estaba al cuidado de una mujer.

Ante la insistencia de sus familiares, la acusada acabó reconociendo que había dejado a su hija hacía un mes sola en la casa, tras lo que se dio a la fuga sin que su familia pudiera alcanzarla.

Tras ser alertada la Policía por los familiares, los agentes accedieron a la vivienda y hallaron en el suelo el cadáver del bebé, y la mujer fue finalmente detenida el 1 de diciembre de 2018 en el domicilio de su pareja. E