Solo se han producido daños materiales pero la tragedia, tal como ocurrió en Badalona, ha sobrevolado esta tarde las viejas vaquerías de Tavernes Blanques, después de que un incendio haya arrasado una de las naves y casi una treintena de personas que viven allí hayan tenido que ser desalojadas a contrarreloj. La columna de humo se ha podido ver desde varios kilómetros de distancia.
Según han explicado fuentes municipales, el incendio se ha producido en torno a las 14 horas, en una de las naves del antiguo matadero de Tavernes, junto al cementerio parroquial. En su interior residen, ya desde hace años, una treintena de personas, que viven como temporeros del campo o de la chatarra. El fuego, cuyo origen se está investigando, pudo deberse a una de las hogueras que los residentes encienden para combatir las bajas temperaturas.
Según las mismas fuentes, el fuego se ha propagado con rapidez debido a la gran cantidad de basura acumulada en las distintas instancias de las naves. Hasta cinco dotaciones de bomberos se han desplazado hasta el lugar, sofocando las llamas. Eso sí, los daños en una de las estancias han sido considerables y el techo de una de las naves se ha venido abajo. Afortunadamente no había nadie en el interior y no ha habido heridos.
El edificio forma parte de una unidad urbanística que está en fase de tramitación para su desarrollo. Pero mientras, las viejas vaquerías se han convertido en los últimos años en lugar de cobijo para temporeros y chatarreros. De hecho, los residentes han ido construyendo estancias individuales a modo de habitaciones. En total viven unas treinta personas, todas mayores de edad.
Tras el suceso ocurrido en Badalona a mitad de diciembre, en el que varias personas murieron como consecuencia de un incendio en el interior de una nave que servía de vivienda para decenas de sin techo, técnicos municipales visitaron el asentamiento de Tavernes para ver el estado de la nave, que ha sufrido varios incendios, aunque el de hoy ha sido el de mayor consideración. Técnicos municipales están elaborando un informe para determinar si se insta al propietario a acometer su demolición.
En este sentido, desde el ayuntamiento señalan que los servicios sociales han ofrecido en varias ocasiones a las personas que viven en el edificio, albergues gestionados por la conselleria, pero siempre han declinado esta posibilidad. De hecho, las mismas fuentes reconocieron que una vez los bomberos concluyan las labores de extinción, la intención de los ocupantes es volver a las naves.
