La Policía Nacional ha arrestado en el municipio madrileño de Fuenlabrada a un fugitivo que tenía en vigor nueve órdenes de detención por diversos robos con fuerza y con violencia perpetrados por la banda de butroneros de la que era miembro destacado.

Este hombre, que estaba siendo buscado desde 2017, tiene 29 detenciones, la mayoría de ellas por actividad criminal relativa a delincuencia organizada, según informa la Dirección General de Policía, que detalla en un comunicado que en uno de sus arrestos no dudó en embestir a uno de los agentes con el coche que conducía.

La organización criminal de la que formaba parte destacaba por su alto grado de especialización, por el uso de medios técnicos avanzados y por su gran movilidad geográfica. Actuaron prácticamente en todo el territorio nacional.

Tenían un grado alto de sofisticación con conexiones directas con otras organizaciones criminales de Europa del este y de Sudamérica para la comisión de robos con fuerza.

Utilizaban lanzas térmicas y empleaban vehículos de alta cilindrada robados para cometer los butrones. Después trasladaban los coches a desguaces, donde alteraban sus números de bastidor, placas de matrícula y su respectiva documentación para evitar ser identificados.

El ahora detenido apenas salía de su domicilio y cuando lo hacía sus desplazamientos duraban un corto plazo de tiempo y solo por los alrededores de la vivienda, ubicada en Fuenlabrada.

Sin embargo, fue detenido en una de esas salidas, que se prolongó al acudir a un bar cercano al domicilio con algunos amigos.

El fugitivo manifestó repetidamente no ser la persona buscada y portaba un permiso de conducir falso, que usaba para moverse por la localidad sin miedo a ser capturado.

Otro detenido por abusos

Por otra parte, en otra operación distinta, en colaboración con la Policía Judicial de Limoges, en Francia, la Policía ha detenido a un fugitivo español que tenía una orden de detención por abusar sexualmente de una menor en 2014, cuando mantenía una relación afectiva con la hermana del abuelo paterno de la víctima.

Los encuentros familiares eran aprovechados por el detenido para, presuntamente, llevar a la niña a una segunda planta de la vivienda y cometer allí los abusos y las agresiones físicas. Estos hechos se repitieron de esta misma manera en varias ocasiones.

Este hombre fue condenado en 2018 por la Audiencia Provincial de Málaga a diez años de prisión pero nunca llegó a ingresar en el centro penitenciario porque consiguió desaparecer del país sin dejar rastro alguno.

Finalmente fue localizado y arrestado en la localidad de La Faye en las inmediaciones de su domicilio.