Asociaciones feministas de varias localidades de l’Horta Sud se han unido en una plataforma para protestar contra la prostitución ejercida en la V-31, más conocida como la Pista de Silla, donde hace unas semanas asesinaron a Florina Gogos. Bajo el nombre de Plataforma de Colectivos de Mujeres V-31, el objetivo es «pedir dispositivos necesarios a las fuerzas de seguridad para liberar a estas mujeres de la esclavitud e impulsar una ley abolicionista que criminalice al putero».

Además, apoyan a los ayuntamientos que se adhieran al Frente abolicionista del País Valencià y a la «Red de municipios libres de tráfico sexual».

«La pista de Silla, entre Valencia y la A-7, es ahora mismo uno de los lugares donde más mujeres prostituidas podemos encontrarnos a cualquier hora y cualquier día, con frío, con lluvia o con un sol abrasador. Hace unos días conocimos el asesinato de una de estas víctimas de la trata para su explotación sexual, víctimas de personas sin escrúpulos que las utilizan como carne en venta en el expositor que es la carretera, en este caso la V-31», señalan desde la Plataforma como la razón de la creación de esta organización formada por colectivos de mujeres feministas de los pueblos a lo largo de la V-31.

Este nuevo colectivo insta a las fuerzas de seguridad a erradicar el sitema prostitucional, criminalizando a prostituidores y no a las mujeres prostituidas, esfuerzo al que se suma la Mancomunitat de l’Horta Sud, instando a sus municipios a que se adhieran al frente abolicionista del PV y en la «Red de municipios libres de tráfico sexual».

Esta iniciativa va más allá cuando plantea a la Delegación del Gobierno no sólo que ponga a disposición de la misma todos los dispositivos necesarios para liberar a estas mujeres de la esclavitud a la que están sujetas, sino a que fuerce al Gobierno de España a poner en marcha una ley abolicionista que criminalice al putero. «Si no hay negocio no hay trata», advierten.

La nueva Plataforma planteará acciones conjuntas para protestar por esta situación y apoyará las iniciativas que se plantean al respecto por parte de los ayuntamientos. Derivado de las restricciones de la covid-19, los colectivos se dan cita a través de videoconferencia. En la primera sesión del pasado 10 de febrero participaron la Asociación Casa de la Mujer de Silla, Colectivo Sororidad de Albal-Catarroja, Mujeres Progesistas de Massanassa y Mujeres independientes de Alfafar.