Un pastor de la Iglesia Evangelista de Burjassot que en marzo de 2018 trató de secuestrar a un joven para obligarle a retractarse, después de que se difundieran unos mensajes en los que el procesado le mostraba su interés en tener relaciones sexuales con él, ha sido finalmente condenado a cuatro años y seis meses de prisión por los delitos de secuestro en grado de tentativa, robo con violencia y coacciones después de que ayer reconociera los hechos en la Audiencia Provincial de Valencia y las partes llegaran a un acuerdo de conformidad.

El joven que contrató junto a un menor para llevar a cabo el secuestro, frustrado por un viandante cuando ambos ya arrastraban a la víctima hacia el coche donde los esperaba el pastor, también aceptó cuatro años de cárcel. Asimismo, la esposa del religioso ha sido condenada a seis meses de cárcel por coaccionar a la víctima acudiendo a su domicilio en reiteradas ocasiones, dejándole papeles por debajo de la puerta y diciéndole a su madre que iba a arruinar la vida de su hijo y que lo iban a meter preso.

En los tres casos se les va a suspender la pena de prisión al haber abonado el pago de la responsabilidad civil, carecer de antecedentes computables y ser penas que individualmente no superan los dos años de cárcel. Así, al pastor evangelista se le sustituyen los cuatro años y seis meses de prisión por un año de trabajos en beneficio de la comunidad, con la condición de que no delinca en un plazo de cinco años y pague la multa de 1.080 euros por el delito leve de lesiones.

El trasfondo de este intento de secuestro fueron los mensajes sexuales que el pastor envió entre agosto y noviembre de 2017 a un joven que había sido miembro de su comunidad al enterarse de su orientación sexual. En las conversaciones de Whatsapp Vicente R. G. le pedía tener sexo con él e incluso llegó a enviarle fotografías de su pene, según consta en el relato de hechos de la fiscal, reconocido ayer en el juicio por conformidad. La víctima comentó el contenido de dichos mensajes y derivó en la expulsión de la Iglesia Evangelista del ahora condenado.

Con el objetivo de que lo readmitieran en la congregación, el pastor urdió un plan para hacer que el joven, de origen hondureño, dijera que se lo había inventado todo y que los mensajes habían sido manipulados para perjudicarlo.

Para obligarle a ello contactó con el otro procesado por el intento de secuestro y con un menor —ya condenado por un juzgado de menores— y les ofreció 200 euros a cada uno, como informó Levante-EMV en su día, por acompañarle al domicilio de su víctima, esperar a que saliera del portal y una vez en la calle abordarle e introducirlo en un vehículo, un Audi A3, que fue alquilado ese mismo día para dicho fin.

Sobre las siete de la tarde del 25 de marzo de 2018 Carlos L. N. y el menor se abalanzaron sobre el joven, le quitaron los dos teléfonos móviles que portaba encima y lo arrastraron hacia el coche, donde el sacerdote les apremiaba para que se dieran prisa. «¡Os lo tenéis que llevar!»