La Guardia Civil ha detenido en el puerto de València a tres hombres acusados de intentar reventar un contenedor para hacerse con un cargamento de 300 kilos de cocaína que supuestamente estaban camuflados dentro de mercancía legal llegada desde el puerto brasileño de Santos bajo el sistema del gancho perdido.

Los tres fueron apresados por agentes de la Guardia Civil del Puerto de València que fueron alertados después de que alguien les viera manipulando, presuntamente, uno de los contenedores apilados en la terminal CSP Iberian Valencia Terminal —la antigua Noatum—.

Dos de ellos fueron apresados cuando estaban en un camión que conducía uno de ellos, mientras que el tercero salió huyendo y tuvo que ser perseguido, hasta que finalmente agentes de la Guardia Civil lo apresaran antes de que consiguiera salir del recinto portuario, según han confirmado distintas fuentes a Levante-EMV.

Tras ser detenidos, fueron llevados al cuartel de Cantarranas, donde permanecían anoche. Los agentes tienen previsto ponerlos hoy mismo a disposición del Juzgado de Guardia de València, donde también será entregada la droga aprehendida.

Según la información a la que ha tenido acceso este diario, los 300 kilos de cocaína, distribuida en al menos seis mochilas de grandes dimensiones, fue localizada más tarde por los agentes del instituto armado, una vez que localizaron el contenedor, aunque al cierre de esta edición las informaciones eran confusas.

Se trata de un contenedor que llegó al puerto valenciano a bordo de un buque que traía la mercancía —la legal y la ilegal— desde Brasil. Al tratarse de un gancho perdido, ni el importador ni el exportador tienen relación alguna con el narcotráfico.

De hecho, desde hace más de una década esa es la fórmula preferida por los narcos: introducen la cocaína en grandes bolsas en el puerto de origen —o en alguno de los intermedios donde atraca el barco en su viaje hacia Europa— y son después, ya en el punto de destino, en este caso, València, los grupos especializados en el rescate de la mercancía ilegal los encargados de recuperarla del interior del contenedor mientras aún está en la base de contenedores.

Ocho toneladas en un año

De ese modo, la carga legal continúa con normalidad hasta la sede de la empresa importadora sin que nadie se dé cuenta de nada, ya que la mecánica habitual es romper el precinto original, sacar la droga y volver a colocar otro precinto sin que la manipulación sea perceptible desde el exterior.

Los arrestados ayer, que supuestamente trabajan para uno de esos grupos de ‘rescatadores’ —en València operan algo menos de una decena—, son un camionero de nacionalidad armenia, un español y un holandés.

Solo el año pasado, entre la Guardia Civil, Aduanas y la Policía Nacional se incautaron en el Puerto de València de más de ocho toneladas de cocaína llegada en distintos envíos desde puertos del continente americano. Aunque la mayoría procedían de Suramérica, varios de los cargamentos detectados en 2020 llegaron desde Estados Unidos.