Jamás hubiera imaginado el popular deportista de Castellón Toni Herrera (en adelante Toni H)--tres veces campeón de España de culturismo y cinco veces medallista internacional-- que su casa, alquilada a un vecino de Almassora que ha ingresado en prisión provisional, acabaría convertida en un espectacular macrocultivo de marihuana y hecha una auténtica ruina

Hace ahora poco más de una semana la Policía Nacional irrumpió en el inmueble del camí Serradal del Grau en una intervención antidroga adelantada por este diario y que tiene decretado el secreto de sumario por el Juzgado de Instrucción 4 de Castelló. Los agentes echaron abajo la puerta blindada del chalet y se incautaron de una gran cantidad de ejemplares cannabis dentro de la vivienda, que había sido totalmente acondicionada para el cultivo de cannabis.

El propietario se enteró del operativo policial por casualidad, cuando un vecino le advirtió de que su chalet estaba abierto. Lamenta que los investigadores no le comunicaran el registro siendo él el dueño y, al presentarse allí, descubrió que la casa que conocía ya no existía. Los baños están inutilizados y llenos de basura, la cocina, cubierta de escombros; y los pasillos y resto de estancias se encuentran repletos de maceteros y cientos de cables. Asimismo, una habitación que permanecía cerrada con llave y llena de maquinaria de gimnasio y recuerdos deportivos, ha sido desvalijada, según el perjudicado. Todas las paredes del domicilio presentan grandes boquetes para pasar los tubos y cables colocados por los traficantes, como pudo comprobar ayer Mediterráneo al acompañar a Toni H en un recorrido por la vivienda objeto del registro policial.

Hecha una ruina

El exterior, que el inquilino se comprometió a mantener en una cláusula del contrato de alquiler firmado a través de una inmobiliaria, también tenía un aspecto muy distinto al que el dueño dejó: montones de basura, escaleras y muros destrozados, palmeras en preocupante estado y una piscina llena de agua estancada. La víctima, que ha presentado una querella contra el inquilino detenido y ha declarado como perjudicado ante los investigadores de la Udyco, calcula que los daños en su chalet rondarán los 180.000 euros.

"Esto no lo hacen ni los peores okupas. Han destrozado el que era mi hogar, el que yo tenía tan bien conservado con su jardín, piscina, jacuzzi...una casa que está irreconocible y que sigue teniendo una hipoteca", lamenta el dueño.

Todo parece indicar, por la infraestructura levantada en el interior del inmueble, que el cultivo de drogas se gestó durante varios meses. "Esta persona dejó de pagar la luz y, por lo que hemos visto después, está claro que se enganchó ilegalmente. Instalaron ventiladores y tubos para intentar disimular el olor de la marihuana y camuflaron los aparatos y cables exteriores para que los vecinos no se percataran", relata el perjudicado, quien señala que en la cocina había un colchón, hecho que hace sospechar que alguien ejercía como vigilante.

"Yo solo quiero que me arreglen mi casa porque esto es una auténtica pesadilla", reivindica Toni H, quien confía en que todo el peso de la ley caiga sobre los traficantes detenidos.