“Nuestra hermana fue una gran persona, que siempre vivirá con nosotras. Su familia nunca la olvidará y exigimos justicia”. Así se han pronunciado a través de un comunicado las hermanas de Olga Pardo, la mujer de 43 años cuyo cadáver fue hallado en una acequia de Massarrojos el pasado 6 de abril tras ser presuntamente estrangulada. En el escrito piden a los medios de comunicación que respeten “nuestro profundo dolor, que tengan en cuenta la gran pérdida que hemos sufrido y bajo la trágica circunstancia que envuelve esta tristeza”.

De igual modo la familia de Olga ha querido aclarar que no van a hacer declaraciones sobre lo ocurrido “hasta que no se esclarezca la investigación que en estos momentos está en curso y bajo secreto de sumario”. “Ninguna de todas las blasfemias que por desgracia estamos teniendo que escuchar ayudarán al caso ni a todas las personas que tanto la hemos querido”, critican en el comunicado respecto a determinadas informaciones aparecidas en algún medio de comunicación.

“Queremos condenar a toda la prensa que a base de mentiras e invenciones pretenden ensuciar su memoria y toda su vida, y causarnos todavía mucho más dolor” y agradecen a todos aquellos que se acercaron el pasado sábado al tanatorio para despedirse de Olga en su funeral.

“Ella estará en nuestros corazones y en el de todas las personas que han demostrado lo querida que era Olga, su sonrisa, su gran bondad y nobleza, y su manera peculiar de ver la vida”.

Olga Pardo, que actualmente residía en la pedanía valenciana de La Torre, desapareció el pasado 3 de abril. Tres días después un agricultor halló el cuerpo sin vida de la mujer hundido en una acequia de Massarrojos. Agentes del Grupo Especial de Actividades Subcuáticas (GEAS) de la Guardia Civil rescataron su cadáver y aunque en una primera inspección ocular la forense no halló indicios externos de violencia, posteriormente en la autopsia sí que se encontraron lesiones compatibles con una muerte por estrangulamiento.

El grupo de Homicidios de la Guardia Civil prosigue con las investigaciones para establecer los últimos pasos de la víctima tras su desaparición e identificar al autor u autores de su muerte.

“Mi hermana tenía un corazón enorme, quién la conocía la quería, era una persona alegre que por desgracia ha sufrido mucho en esta vida”, destacaba una de las dos hermanas mayores de la víctima a través de redes sociales sobre el carácter alegre de Olga, en el que coinciden amigos y conocidos de la mujer. “Ante todo no vamos a descansar hasta que quien sea o sean los culpables paguen por el sufrimiento y la muerte de Olga y se haga justicia”, remarca. “Se me ha ido una parte de mí, pero siempre vivirás en mi corazón”, finalizaba en este mensaje de amor hacia su hermana pequeña, a la que cuidaba como si fuera una hija.