El presunto asesino de Marta Calvo, Lady Marcela Vargas y Arliene Ramos está compareciendo ante el juez del caso, el titular del Juzgado de Instrucción número 20 de València, para ser informado de la imputación de 24 nuevos delitos. Han sido dos de las acusaciones particulares, ejercidas en nombre de una de las fallecidas y de siete supervivientes, las que han solicitado la comparecencia de hoy para acusarle formalmente de esos delitos, a la luz de las investigaciones llevadas a cabo hasta ahora por la Guardia Civil y por el propio magistrado. A esos 24 nuevos cargos podría sumársele aún alguno más por parte de la Fiscalía.

Jorge Ignacio P. J. ha llegado esta mañana en un furgón de la Guardia Civil desde la cárcel de Picassent, donde permanece recluido en prisión provisional desde el 6 de diciembre de 2019, y a las doce en punto ha sido trasladado hasta la sala 36 del edificio que alberga la Ciudad de la Justicia.

En la comparecencia, cuya celebración adelantó Levante-EMV, están presentes no solo el acusado y el juez, sino también la fiscal de Jurado asignada al caso, así como una de sus dos abogados defensores, la letrada navarra María Herrera, y los cuatro de las acusaciones particulares: Pilar Jove en nombre de la madre de Marta, Marisol Burón; Candela Estévez, en representación del padre de la joven de Estivella; Juan Carlos Navarro, en representación de las otras dos víctimas mortales y seis de las supervivientes; y Vicente Escribano, en nombre de otra de las mujeres que sobrevivieron a las prácticas homicidas de Jorge Ignacio P. J. En total, la causa suma ya 14 víctimas: tres fallecidas y once supervivientes.

Navarro le acusa hoy de 21 delitos más: siete, todos ellos con la agravante de género, de asesinato -uno de ellos, el de Arliene, consumado, y el resto, en grado de tentativa-, siete contra la salud pública por la administración de la droga y siete más contra la integridad moral. Escribano, por su parte, le imputa tres, todos ellos sobre una de las supervivientes cuya representación lleva este letrado: uno de asesinato intentado, otro contra la salud pública y otro más de agresión sexuañ.

Tal como ha venido informando este diario, Jorge Ignacio P. J. está investigado en un procedimiento de Jurado que dirige el juez de Instrucción 20 de València por el asesinato consumado de tres mujeres -Arliene Ramos, Lady Marcela Vargas y Marta Calvo- y el asesinato intentado de otras once más que sobrevivieron a los encuentros sexuales con él.

En todos los casos, habría utilizado un mismo modus operandi: administró presuntamente a sus víctimas cocaína en piedras que les introdujo sin su permiso en los genitales y les dio, al menos en algunos de los casos, una segunda sustancia estupefaciente para vencer su consciencia. Con todas ellas había pactado sesiones de sexo pagado, pero el hecho de haber anulado su voluntad -varias de ellas han declarado ante la Guardia Civil y el juez que llegaron a perder el conocimiento y se sintieron al borde de la muerte-, ha llevado a algunos de los abogados de la acusación a incluir los delitos de agresión sexual en el ya amplísimo catálogo de imputaciones en contra del presunto asesino en serie.

Jorge Ignacio fue sacado recientemente de la Enfermería por la subdirección médica del centro penitenciario de Picassent, donde ha permanecido más de un año en una situación completamente anómala, tras sortear su salida a los módulos comunes donde están el resto de los presos alegando temor a ser agredido e ideas suicidas que nunca ha llegado a poner en práctica. De momento, continúa en uno de esos módulos, aunque ya ha comenzado a protestar ante los funcionarios con el fin de buscar de nuevo el regreso a la Enfermería, un destino mucho más amable que el resto de los corredores de la cárcel.