El detenido que ayer hirió de gravedad a una agente de la Policía Nacional a la que fracturó la mandíbula a patadas y puñetazos tras dejarla inconsciente en el área de calabozos del complejo policial de Zapadores será acusado de un delito de homicidio en grado de tentativa. Ese es el delito por el que instruye diligencias el grupo de Homicidios de la Policía Nacional, que ha asumido el caso dada la gravedad de las lesiones de la agente y la intencionalidad de los golpes recibidos por parte del presunto agresor.

Los hechos sucedieron sobre las diez de la mañana de ayer, cuando la agente, de 32 años y con varios de servicio en el cuerpo, acompañaba al detenido, de 35 años, de retorno a su celda.

El acusado propinó un primer golpe a la policía que le hizo golpearse la cabeza contra los barrotes y provocó que cayera inconsciente al suelo. Fue en ese momento, que recogieron las cámaras de circuito de seguridad del área de calabozos de Zapadores, cuando, estando sin conocimiento en el suelo, el detenido le propinó varias patadas y puñetazos, en una agresión especialmente violenta que le ha provocado a la policía fractura de mandíbula y un traumatismo craneoencefálico grave.

Fue otro de los detenidos quien alertó con sus gritos a los compañeros de la agente, que acudieron enseguida e inmovilizaron al agresor. Los policías pidieron ayuda médica urgente al 112, que envió al lugar una ambulancia del SAMU. La herida fue trasladada de inmediato al Hospital La Fe de València, donde permanece ingresada, a la espera de ser operada, posiblemente mañana, viernes.

Pendiente de ser intervenida

La agente, que ayer tarde ya se encontraba consciente y animada, está siendo sometida aún a pruebas de diagnóstico por imagen para saber si los golpes recibidos en la cabeza han tenido algún alcance mayor.

El presunto agresor había sido detenido el martes por la noche en el parque Profesor Antonio Llombart, frente al IVO, por dos agentes de la Policía Nacional que tuvieron que actuar para frenar una riña entre aparcacoches. Durante esa intervención, uno de los implicados reconoció al sospechoso como la persona que, junto a dos más que aún no han sido detenidos, había fracturado la mandíbula a un cuarto ‘gorrilla’ durante una disputa por el control de los aparcamientos en la calle Ricardo Micó a las 15.00 horas del pasado 8 de abril.

El sospechoso, natural de Guinea Bissau, fue detenido y conducido a los calabozos de Zapadores y ayer por la mañana, sobre las 9.00 horas, fue llevado de su celda a la inspección central de guardia (ICG) para tomarle declaración dentro del atestado por la agresión del día 8. Fue al término de esa diligencia, cuando la agente lo acompañaba de vuelta a su celda, cuando le propinó la brutal paliza que la mantiene postrada en la cama del hospital.