Dos sirios residentes en la Comunitat Valenciana acusados de difundir en redes sociales mensajes ensalzando la yihad y de buscar adeptos para organizaciones terroristas mantuvieron contacto con miembros del Estado Islámico (EI) y Al Qaeda, según los informes periciales de la Policía.
Los agentes encargados en la investigación declararon ayer en calidad de peritos ante el tribunal de la Audiencia Nacional en la segunda jornada del juicio a ambos acusados. En su escrito de conclusiones provisionales la fiscal solicita diez años de prisión para el primero de los acusados, Hamdi A.B. -que tuvo residencias en dos localidades de la provincia de València-, por publicar en redes sociales entre 2011 y 2016 material propagandístico del EI para amplificar el ideario de la organización terrorista y captar adeptos.
Según la representante del Ministerio Público, Hamdi A.B. formaba parte de grupos y canales en Whatsapp y Telegram administrados directamente por miembros del Estado Islámico desde zonas de conflicto. Los peritos también ratificaron que el procesado mantenía contacto directo con integrantes de la banda terrorista que se encontraban en «zonas de combate».
Los informes policiales recogen que conversó en varias ocasiones con el administrador de uno de los canales de Telegram, de nacionalidad yemení y combatiente del Estado Islámico, al que le comunicó que residía en España, «el país de la gente malvada».
Los agentes subrayaron en su declaración en la Audiencia Nacional que el perfil de Hamdi A.B. se corresponde con el de un «radical» ya que divulgaba propaganda terrorista a través de las redes sociales, mantenía contacto con combatientes y además construía asociaciones con otros seguidores extremistas.
Vídeos del Estado Islámico
En el registro de la vivienda en la que residía realizado tras su detención se incautaron varios dispositivos electrónicos, entre los que se encontraba un disco duro que contenía vídeos propagandísticos del Estado Islámico, así como ejecuciones de la banda terrorista.
Por su parte, Abdul H.C. -que residió en València y Alicante-, procesado a partir de la investigación del perfil de Facebook del otro acusado -al que conoció a su llegada a España en los años ochenta y con el que mantiene una relación de amistad-, se enfrenta a una petición de la Fiscalía de tres años de cárcel.
Según el escrito del Ministerio Público, ensalzaba y justificaba acciones acometidas por organizaciones yihadistas como Al Qaeda o Al Nusra en su «continua e intensa actividad en redes sociales».
Sobre este procesado los peritos han remarcado que presentaba vínculos con miembros de Al Qaeda y su filial Al Nusra, a cuyos integrantes calificó como «leones» en una publicación de Facebook tras llevar a cabo una ejecución de once personas.
Los investigadores descubrieron durante su vigilancia que mantenía encuentros con un procesado en otra causa por colaboración con organizaciones terroristas relacionadas con la yihad.
