Una mujer de 52 años perdió la vida el pasado domingo tras despeñarse su vehículo un centenar de metros al salir despedido el mismo cuando chocó contra la bionda de la carretera en la N-420, a la altura del municipio de Castellfabib, en el Racó d’Ademús. La Guardia Civil de Tráfico de Teruel no tuvo conocimiento del accidente hasta 14 horas después del mismo cuando fueron localizados los restos del coche siniestrado y el cadáver de la conductora, una vecina de Campillos de Sierra (Cuenca).

La mujer se dirigía a su casa después de salir del trabajo, en un bar de Casas Bajas, a las seis de la tarde. Las investigaciones del grupo de atestados de la Guardia Civil de Teruel, que cubre la zona del Racó d’Ademús, manejan una posible distracción al volante. A la altura del kilómetro 525 de la N-420 el vehículo se salió de la vía y tras chocar contra la bionda de la carretera, que actuó a modo de trampolín, salió despedido cayendo a unos cien metros del lugar de la colisión.

No fue hasta las ocho de la mañana del día siguiente cuando un conductor alertó a la Guardia Civil de Valencia al ver restos de un posible siniestro en la carretera. Un par de horas después se hizo cargo de la investigación del accidente la Guardia Civil de Teruel y se procedió al levantamiento del cadáver de la conductora.

En otro siniestro ocurrido en la autovía A-7, a la altura de Villanueva de Castelló, tres personas resultaron heridas en un accidente entre dos camiones el domingo por la noche. El herido de mayor gravedad es un camionero de 62 años que fue atropellado por otro transporte después de que su vehículo le hiciera la tijera.