Agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, especializados en operaciones antidroga a gran escala, han detenido en el Puerto de València a tres hombres en el momento en que iban a salir del recinto portuario en un camión con un cargamento de 300 kilos de cocaína. La aprehensión se llevó a cabo el pasado lunes y ayer fueron entregados los arrestados en el Juzgado de Guardia de València, que decretó el ingreso en prisión de los tres.

Fuentes de toda solvencia han confirmado a Levante-EMV que los presuntos traficantes forman parte de un grupo de rescatadores que habrían actuado por orden de una potente organización asentada en València. Así, el lunes por la noche, tras supuestamente recibir el número del contenedor y su ubicación, habrían entrado en el Puerto y habrían extraído las bolsas con los 300 kilos de cocaína del interior de uno de los contenedores depositados en la terminal.

La droga, oculta en esas mochilas, viajó desde el puerto brasileño de Santos al de València en un contenedor cargado con grano mediante el método conocido como 'gancho perdido' o 'rip off', que consiste en camuflar la cocaína empaquetado entre carga legal sin que el exportador ni el importador conozcan de su existencia. Con la connivencia de grupos de narcos en el puerto de origen o en alguno de los que hace escala el buque en su periplo hacia las costas españolas, la droga es introducido clandestinamente en el contenedor. Dentro de una de las bolsas, entre las pastillas de cocaína, introducen además un precinto idéntico al que llevará el contenedor cerrando sus puertas.

Una vez en el destino, en este caso València -como en la mayoría de los envíos de Suramérica a España-, entran en acción los llamados rescatadores o 'ninjas': grupos especializados en acceder al puerto, abrir el contenedor -a veces escalando varias alturas, de ahí el sobrenombre de mercenario nipón-tras romper el precinto con una cizalla, sacar a toda prisas las bolsas con la droga y cerrar de nuevo colocando el precinto que ha viajado con la cocaína. Todo ello en el menor tiempo posible y sin dejar muestras externas de su paso, para que el envío prosiga el viaje comercial hasta la empresa de destino, ignorante de la utilización de la que acaba de ser objeto por parte de los narcos.

La Guardia Civil, pero esta vez la del Puerto de València, ya detuvo el pasado 11 de marzo a otros tres rescatadores en el momento en que pretendían llevarse un alijo con la misma cantidad de cocaína, 300 kilos, a bordo de un camión, que fue interceptado junto a las barreras de salida del citado recinto. Como esta vez, el juez de guardia decretó el ingreso en prisión de los tres presuntos implicados.