Un Juzgado de lo Penal de València ha impuesto esta mañana una condena de dos años y medio de prisión a dos internos de la cárcel de Picassent por atentar contra dos funcionarios durante un incidente grave ocurrido en diciembre de 2016 en el módulo destinado a presos muy peligrosos. Uno de ellos deberá indemnizar, además, con 1.100 euros a uno de los trabajadores por las lesiones infligidas, según ha informado el sindicato Acaip-UGT en un comunicado.

El juicio contra los dos reclusos, ambos considerados muy peligrosos y protagonistas de otros altercados previos, se ha celebrado esta mañana en el Juzgado de lo Penal 6 de València, y ha concluido con una sentencia de conformidad, al aceptar los dos acusados los hechos y, por tanto, el acuerdo alcanzado entre sus defensas y la Fiscalía. El juez ha leído en el momento el fallo, por lo que ya es forme. Así, la sentencia impone a cada uno de los dos internos (A.J. H. S. y L. E.) dos años y medio de prisión por un delito de atentado, además de la indemnización al funcionario por parte de uno de ellos.

Los hechos sucedieron a las 10.30 horas del 6 de diciembre de 2016, cuando los dos internos salían de sus celdas para ir al patio junto con el resto de reclusos del módulo. Los dos condenados ahora se pertrecharon e hicieron fuertes en una sala que hay antes de llegar al patio, tras haberse hecho con un trozo de cristal de una ventana y una pata de una silla afilada en forma de punta de hacha. "Uno de los internos", recuerda Acaip, "llevaba enrollada en el brazo una colchoneta de hacer deporte, y el otro se anudó en un brazo un jersey, debajo de la cazadora que llevaba, preparados para hacer frente a los funcionarios de servicio".

A continuación "comenzaron a proferir insultos y amenazas a los funcionarios, a grandes voces, de forma que otros internos del módulo pudieran escucharlos. Dado lo peligroso de la situación, los funcionarios decidieron intervenir para poner fin a la misma, pero cuando intentaron entrar en la sala, ambos se abalanzan sobre ellos de forma violenta y uno de ellos, incluso, intentó utilizar la pata de una silla para golpear en la cabeza a uno de los funcionarios", explica la formación sindical.

Los dos trabajadores consiguieron sofocar la revuelta, pero ambos sufrieron lesiones. Uno de ellos tuvo que ser trasladado al hospital con la mano muy hinchada y el otro presentaba múltiples contusiones, sobre todo en la cara y en las rodillas, y tuvo que permanecer 18 días de baja laboral. Es precisamente a este último al que uno de los condenados deberá indemnizar, aunque, "dada la más que probable declaración de insolvencia de los dos internos, el trabajador tendrá que reclamar a la Administración penitenciaria que se haga cargo de dicha indemnización, que no se abona de oficio", matiza Acaip-UGT.

Un módulo convertido en polvorín

El sindicato considera que "esta sentencia reafirma lo que desde Acaip-UGT se viene denunciando: la falta de condiciones de seguridad de ese módulo para albergar a este tipo de internos. La estructura de este departamento está muy lejos de reunir las características de los centros más modernos, y, dado su reducido tamaño, provoca gran sensación de claustrofobia y estrés tanto a internos como a trabajadores", lo que, a su juicio, convierte ese recinto en un polvorín.

Acaip también denuncia la "paralización unilateral por parte de la Administración penitenciar del proyecto de ley de la Función Pública Penitenciaria, que incluye parte de las reivindicaciones de esa organización y de otras del sector, tale como la indemnización automática a trabajadores en casos como este, junto con el reconocimiento explícito de la condición de agentes de la autoridad y la mejora de las condiciones de trabajo y retributivas de los funcionarios penitenciarios.