Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización criminal en una operación con 30 registros en domicilios y locales dedicados a la distribución de sustancias estupefacientes, un operativo que se ha saldado con 30 detenidos como presuntos autores de los delitos de pertenencia a organización criminal y tráfico de drogas, ha informado este miércoles la Jefatura Superior de la Policía de Madrid en una nota de prensa.

La investigación, llamada 'operación Dálmata', se inició hace más de un año, cuando los agentes tuvieron conocimiento de la posible existencia de puntos de venta y sustancias estupefacientes en el distrito madrileño de Villaverde. Tras varias averiguaciones se pudo determinar que existían 15 domicilios y otros 15 locales dedicados tanto a la venta como al consumo en el lugar de drogas generando un malestar vecinal.

Avanzada la investigación, los agentes comprobaron la existencia de un grupo criminal formado por 30 personas. Algunas de ellas se encargaban de la distribución del estupefaciente a los consumidores finales, otras regentaban los puntos de consumo y también había individuos que prestaban seguridad y alertaban en el caso de presencia policial.

Una vez identificados todos los miembros del grupo criminal, se realizó un dispositivo que comenzó esta madrugada con la participación de más de 200 agentes y que culminó con la detención de 30 individuos como presuntos responsables de delitos contra la salud pública y pertenencia a organización criminal.

En los registros se ha incautado un kilogramo de heroína, más de 500 gramos de cocaína, tres kilogramos de sustancias para el corte y adulterado de la droga, una pistola y un machete, 35.000 euros en efectivo y elementos para el envasado y distribución.

El operativo llevado a cabo por los agentes de la comisaría de Villaverde ha contado con la colaboración de la comisaría de Fuenlabrada, la Brigada Provincial de Policía Judicial, UPR, Guías Caninos, el Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas y el Servicio de Medios Aéreos.

Además, durante el vuelo del helicóptero que patrullaba la zona del dispositivo se ha identificado y denunciado a un joven de 24 años que amenazaba su seguridad con un puntero láser, acción tipificada como muy grave en la Ley de protección de seguridad ciudadana que puede acarrear una sanción de hasta 600.000 euros.