La Unidad de Violencia de Género dependiente de la Delegación del Gobierno está realizando una investigación interna, como es habitual cuando se produce un crimen machista, para determinar si hubo algún tipo de fallo que hubiese permitido prevenir el asesinato de Soledad Moreno, la mujer de 60 años degollada por su marido el domingo, nueve días después de denunciarle por malos tratos.

Las especialistas en violencia de género tienen previsto entrevistarse con todos los actores que han intervenido en este caso, empezando por el guardia civil que le tomó la primera denuncia, el pasado 30 de abril en el cuartel de Estivella, y de la que se obtuvo una valoración de riesgo potencial «bajo», tal como publicó ayer Levante-EMV.

Pero no solo hablarán con él, sino también con los agentes de la comisaría de la Policía Nacional de Sagunt que asumieron la protección de Sole —el juzgado de guardia dictó una orden de alejamiento sobre el maltratador—, dado que la víctima residía en demarcación de la Policía pese a que denunció ante la Guardia Civil, ya que el último episodio de terror que la empujó a hacerlo la sorprendió en el camping de Estivella, donde tanto ella como su verdugo tenían emplazada desde hace años una caravana.

Fuentes de la Delegación del Gobierno mantienen que, de momento, en este caso «se han cumplido todos los protocolos», aunque falta conocer cada paso en detalle para saber qué se pudo hacer mejor. O diferente.

Tras la denuncia, la Guardia Civil fue al camping y detuvo al agresor, que mantenía aterrorizada a la víctima con vejaciones, coacciones y acoso constante desde hace al menos cuatro años, pero quedó en libertad al día siguiente, tras pasar por el juzgado de guardia. El magistrado, en consenso con la Fiscalía, acordó imponerle únicamente la medida cautelar del alejamiento —de 300 metros— y la prohibición de comunicarse con la víctima.

El agresor se lo saltó en la tarde del pasado domingo, cuando se presentó en la casa que había constituido el domicilio familiar, en el Port de Sagunt. Una vez en el interior, cogió un cuchillo de cocina y degolló a su víctima. Después, se tiró desde el cuarto piso y se mató.

Las trabajadoras de la citada unidad de violencia de género tienen previsto repasar también el acuerdo judicial, así como la visita que Sole hizo el viernes al Ayuntamiento de Sagunt, adonde acudió para comenzar a tramitar las ayudas que le correspondían como víctima de maltrato.

La mujer había sido informada en el juzgado de su derecho a recibir esa asistencia, económica y de asesoramiento.

Una vez concluya la investigación, podrán establecer si, pese a que los protocolos parezcan haber sido puestos en marcha, se detectan disfunciones o fallos que deban ser corregidos en el futuro.