La localidad de Onda está consternada. El municipio registró ayer un nuevo crimen intrafamiliar que ha dejado abatida a la población por la vulnerabilidad de la víctima, anciana y enferma de Alzheimer. El cuerpo sin vida de Donata, de 77 años de edad, fue hallado ayer por la mañana en su domicilio, con múltiples cuchilladas tanto en el tórax, como en el cuello, según pudo saber este diario de fuentes de la investigación.

El presunto autor del homicidio fue su hijo, Miguel Ángel A.J., de 50 años y conocido en Onda con el apodo de El Pirri. Tras acabar supuestamente con la vida de su anciana madre, el hombre decidió suicidarse, lanzándose al vacío desde la vivienda en la que ambos residían, en el número 4 de la avenida Montendre.

Fue una patrulla de la Unidad Canina de la Policía Local de Onda la que, por casualidad, pasó por el lugar a media mañana, tras haberse tirado el presunto parricida desde su piso. Los agentes vieron el cuerpo en el suelo, comprobaron que el varón había fallecido y dieron aviso al retén. Los efectivos acordonaron la zona, taparon el cuerpo para que no continuara estando a la vista de los viandantes y colocaron una mampara de protección hasta la llegada de la Guardia Civil y de la comisión judicial.

Vecinos de los edificios cercanos no solo fueron testigos de los hechos, sino que grabaron la escena con sus teléfonos móviles.

La apertura del domicilio

Los agentes municipales contactaron telefónicamente con la familia del fallecido, al que conocían por haber protagonizado numerosos altercados. Así, una sobrina de la anciana se trasladó hasta el inmueble de la avenida Montendre tras informar a los agentes de que tenía una copia de llaves de la casa. Fue gracias a ello que pudo abrirle la puerta a los guardias civiles, para que inspeccionaran el interior del domicilio ante las sospechas de que Donata pudiera haber sufrido algún daño por parte de su hijo.

Al parecer, el dormitorio de la mujer estaba lleno de sangre y su cadáver, tendido sobre su cama con múltiples heridas de arma blanca. En el lugar encontraron también el arma homicida: un cuchillo de cocina.

Según ha podido saber este diario de fuentes solventes, en la vivienda familiar no se halló ninguna carta de despedida del autor del crimen, como suele suceder en algunos casos similares.

Todo parece indicar que Miguel Ángel A.J., quien al parecer sufría un trastorno mental que las fuentes consultadas no han podido concretar, habría acabado de forma violenta con la vida de su madre tras una discusión, cuyo origen todavía se desconoce.

No era la primera vez que se producía una pelea entre madre e hijo, que solían tener desencuentros debido a la personalidad conflictiva y agresiva de él. Al cierre de esta edición, no había trascendido si el hombre tenía un diagnóstico de ese trastorno mental o, al menor, algún tratamiento y supervisión médica. De hecho, la Policía había tenido que intervenir en varias ocasiones por problemas de convivencia y desórdenes públicos protagonizados por el parricida.

Además, este periódico ha podido confirmar que la Policía Local de Onda había tenido que establecer dispositivos de búsqueda en algunas ocasiones anteriores para encontrar a la mujer, quien no había regresado al inmueble tras desorientarse en la vía pública a causa de la enfermedad.

El caso de Vinaròs

A finales del pasado año un jurado popular declaró culpable a un vecino de Vinaròs de asesinar a golpes a su anciana madre durante un brote psicótico en 2018. Como ya avanzara este diario, la evolución de su estado determinará su salida del centro psiquiátrico penitenciario en el que está ingresado como medida de seguridad. El magistrado estableció en la sentencia que el vinarocense no permanecerá más de 25 años interno y pidió informes de la dirección, al menos, una vez al año.