Juan R. vivía en una casa abandonada en Daimús, en pleno casco urbano, solo, y solo murió en esa misma vivienda sin que nadie se diera cuenta durante, al parecer, meses. Su cuerpo sin vida fue encontrado ayer, en estado de momificación, por una persona que dio aviso a la Guardia Civil.

Agentes de ese cuerpo se desplazaron al lugar, muy próximo a un bar que el hombre, de alrededor de 62 años, solía frecuentar, y tras confirmar que se trataba de él, avisaron a la comisión judicial y al forense. La primera exploración del cuerpo permitió avanzar al facultativo que no se apreciaban señales de violencia.

Además, a su lado, encontraron varias cajas vacías de un analgésico de uso común, paracetamol, por lo que todo apunta que debió enfermar y morir sin pedir ayuda a nadie, por lo que el hecho pasó desapercibido entre el escaso número de personas que le veían habitualmente.

Una vez terminada la inspección ocular, el juzgado de guardia de Gandia ordenó el levantamiento del cuerpo y su traslado al Instituto de Medicina Legal (IML) de València, donde a partir de hoy se le comenzará a practicar la autopsia.

Según fuentes consultadas en Daimús y que conocían a Juan desde hacía tiempo, hace unos años que había ocupado la casa abandonada y ruinosa donde vivía en la indigencia, tras varios incidentes en su vida.