La aprehensión, este lunes, de 175 kilos de cocaína en el Puerto de València enviados por el método del ‘gancho perdido’ eleva a casi dos toneladas la cantidad de esta droga detectada y confiscada en los muelles valencianos desde que dio comienzo el año, lo que refrenda que esa sigue siendo una de las vías preferidas por los narcos para introducir grandes cantidades del llamado polvo blanco desde Suramérica a Europa utilizando València como puerta de entrada hacia Europa desde hace más de una década.

La última intervención se produjo en la madrugada de este lunes, según ha informado la Comandancia de la Guardia Civil de València, y, como en los casos anteriores, ha sido posible gracias al trabajo de la Unidad de Análisis de Riesgo (UAR) de la Aduana Marítima de València, integrada por miembros de Vigilancia Aduanera y del Resguardo Fiscal de la Guardia Civil.

Las mochilas en las que iban ocultos los 175 kilos de cocaína GC/SVA

Como es habitual con el sistema de ‘gancho perdido’ o ‘rip off’ en su acepción en inglés, la droga llegó oculta en varias mochilas, junto a la carga legal de un contenedor que fue descargado en la terminal valenciana el lunes de madrugada como parte de un envío comercial, procedente en este caso de América Central, en el que ni el destinatario ni el remitente en origen han tenido conocimiento de que su mercancía está siendo utilizada por las redes del narcotráfico para hacer llegar grandes cargamentos a Europa.

Este es el octavo ‘gancho perdido’ que se detecta, desde el 1 de enero, en el Puerto de València, de los que varios ha venido informando en exclusiva Levante-EMV a lo largo de los últimos dos meses. En tres de ellos, se produjeron nueve detenidos –tres en cada una de las operaciones-, si bien en este último no ha sido posible arrestar a ninguna persona vinculada con el envío. Solo en esas tres intervenciones policiales ya fueron recuperados cerca de 1.000 kilos de cocaína.

Las mochilas, colocadas junto a la carga legal, y a mano para que los 'rescatadores' puedas recuperarla rápido. GC/SVA

En este caso, la UAR ha intervenido antes de que las redes especializadas en rescatar los ‘ganchos perdidos’ pudiesen entrar en la terminal y recuperar las mochilas. En València hay alrededor de media docena de grupos distintos especializados en esa labor, que consiste en acceder al puerto o bien con la connivencia de un camionero o bien con medios propios, localizar el punto exacto en el que se encuentra el contenedor, romper el precinto original, coger las mochilas con la cocaína y colocar un nuevo precinto, idéntico al anterior, que los narcos incluyen dentro de alguna de las bolsas, para a continuación cerrar el contenedor simulando que está intacto y salir del recinto portuario con el estupefaciente.

En tres de los ganchos de este año, tal como ha informado este periódico, la Guardia Civil y Aduanas lograron detener a tres personas en cada envío. En todos los casos eran un camionero, el ‘rescatador’ que escala la fila de contenedores y recoge las mochilas con la droga y el llamado ‘notario’ de la organización, que supervisa la operación y da fe a sus jefes de que todo ha ido según lo previsto.

Puerta natural de entrada de la droga a Europa

El puerto de Valencia ocupa una posición estratégica en las rutas comerciales marítimas que llegan desde Sur y Centroamérica, y, además, su nivel de operaciones le sitúa como primer puerto nacional en número de contenedores de importación y cuarto de la Unión Europea. Por ello, desde hace años se enfrenta a este tipo de tráfico ilícito, siendo una de las principales puertas de entrada de este tipo de sustancias a los países europeos desde hace más de una década, tal como ha venido informando Levante-EMV.