Tres hombres de nacionalidad marroquí, que ocupaban ilegalmente un piso en Burjassot, acabaron detenidos el pasado miércoles después de que los dueños de la vivienda encontrasen cerca de 40 kilos de hachís en un armario cuando la comisión judicial ya había desahuciado la casa. El acto judicial se produjo cuando los moradores no estaban en la casa, por lo que no fuero conscientes de la situación, así que volvieron sin saber que, para entonces, ya habían descubierto la droga entre sus pertenencias.

Los hechos sucedieron el miércoles por la mañana, cuando una comisión judicial, acompañada por agentes de la Policía Local de Burjassot, fueron a hacer efectivo el desahucio de los moradores de un piso particular de la calle José Carrau de Burjassot. Tras comprobar que no había nadie en el interior, dieron por finalizado el lanzamiento, por lo que la comisión se fue dejando a los dueños en el interior y al cerrajero cambiando la cerradura.

Mientras revisaban el piso, los propietarios encontraron en un armario dos mochilas repletas de pastillas aparentemente de hachís, por lo que alertaron a la Policía Local, que envió varias agentes al lugar, incluido al guía canino. Fue precisamente el perro especializado en la detección de drogas, de nombre Ares, quien marcó las mochilas dentro del armario. Los agentes de la Policía Local avisaron entonces a la Policía Nacional, que envió a agentes de la Policía Científica para que inspeccionaran la vivienda. Y fue justo entonces cuando los tres moradores, ajenos a todo lo que había sucedido, regresaron con total normalidad al piso. Pero no pudieron entrar, porque su llave ya no podía abrir la nueva cerradura, así que, cuando los policías que estaban dentro les escucharon hurgar, abrieron y los detuvieron, acusados de un presunto delito de tráfico de drogas.