La Policía Nacional mantenía ayer una intensa búsqueda de un recluso de la cárcel de Picassent que huyó de la puerta del Hospital General, adonde había sido conducido desde prisión después de afirmar que se encontraba mal porque se había tragado unas pilas. El preso, un español de 32 años cuyo nombre de pila es Isaac, se perdió por las calles del barrio de la Fuensanta, sin que los agentes de la Guardia Civil pudiesen darle alcance.

Los hechos sucedieron a última hora de la tarde, cuando el preso, ingresado en el módulo de Enfermería de la cárcel de Picassent, dijo sentirse mal por la ingesta de pilas. Tras ser supervisado por el médico de guardia, éste ordenó su traslado al hospital de referencia del centro, que es el General de València.

Antes de salir, los funcionarios cachearon al recluso y comprobaron que todo estaba en orden, así que accedieron a su traslado en la ambulancia, con escolta de la Guardia Civil. Fue al llegar al Hospital General cuando, al abrir las puertas de la ambulancia para custodiarle hasta el servicio de urgencias, Isaac, que se habría quitado las esposas en el trayecto, salió corriendo sin que los guardias civiles pudieran darle alcance. Es el mismo método empleado en diciembre del año pasado, cuando otro preso trasladado por la misma empresa de ambulancias escapó usando el mismo procedimiento.