Una mujer de unos 40 años estuvo a punto de morir atragantada ayer con un trozo de cordero en un restaurante de València. La rápida de intervención de un agente de la Policía Local de Almàssera, que se encontraba franco de servicio comiendo con su pareja en este mismo mesón, logró salvar a la mujer, quien después de cinco interminables minutos realizándole maniobras para que expulsara el alimento que le obstruía las vías respiratorias, finalmente consiguió que el trozo de carne saltara y que la comensal pudiera poco a poco recuperar la respiración.

Cuando los sanitarios de la ambulancia del Soporte Vital Básico (SVB) llegaron al restaurante tras recibir un aviso del teléfono de emergencias 112, la mujer ya estaba completamente estabilizada. Éstos reconocieron la labor del policía, sin cuya inestimable acción seguramente no habrían llegado a tiempo de salvarle la vida.

Los hechos ocurrieron a las 16.00 horas de la tarde de ayer en un mesón situado en el cruce de la avenida Archiduque Carlos y la avenida del Cid de València. El agente de la Policía Local de Almàssera estaba comiendo con su pareja en el citado restaurante cuando de repente vio que un hombre se levantaba y comenzaba a darle golpes a su mujer, gritando que se estaba atragantando. Rápidamente se identificó como policía y comenzó a realizarle la maniobra de Heimlich para que la mujer expulsara el trozo de carne que se le obstruía las vías respiratorias.

Finalmente y después de cinco largos minutos de tensión, en los que la mujer ya estaba poniéndose morada al no poder respirar, el agente logró que expulsara un enorme trozo de cordero, salvándole así la vida. Agentes de la Policía Local de València y un SVB acudieron al lugar y comprobaron que la acción de su compañero de Almàssera había resultado vital y que la mujer ya estaba estabilizada.