Una antigua trabajadora de la empresa de lejías y detergentes de la que es copropietario junto a sus hermanos el presunto asesino de Florina Gogos, José V. R., asegura que «las mujeres le tenían miedo, porque era habitual que les gritara y las tratara mal.

Sólo ocurría con las trabajadoras, no con ellos. Sus hermanos, no. Ellos tienen una actitud de respeto y normalidad con las trabajadoras. Por eso, siempre que podían evitaban tratar con él porque algunas les daba hasta miedo». La misma mujer, que prefiere mantener el anonimato, asegura que tiene «un carácter difícil, con ataques de ira repentinos que hacen complicado el trato con él, al menos el laboral».