Un joven de 23 años y que podría padecer algún tipo de enfermedad mental, según indicaron las fuentes consultadas por este periódico, fue detenido el pasado lunes acusado de maltratar y abusar sexualmente de su madre, de 60 años, de forma continuada a lo largo de estos dos últimos años. La víctima acudió desesperada el lunes al cuartel de la Guardia Civil de Silla tras sufrir una nueva agresión física por parte de su propio hijo.

La mujer relató una serie de episodios violentos de su vástago, quien incluso le habría realizado tocamientos de índole sexual. La última agresión se produjo la madrugada del lunes cuando el joven llegó al domicilio familiar y agredió a su progenitora porque ésta no le dejaba su teléfono móvil. El muchacho, que se encuentra bajo medicación, la cogió del cuello y amenazó con asfixiarla. «Yo estoy loco y a mí no me va a pasar nada», le dijo.

Dada la gravedad de los hechos denunciados, agentes de la Guardia Civil procedieron a la detención del presunto agresor, quien reside junto a su víctima en el domicilio familiar.

La mujer fue atendida en el centro de salud, donde los médicos comprobaron que tenía escoriaciones en el cuello.

El joven fue puesto ayer por la mañana a disposición judicial en los juzgados de Carlet, donde fue explorado por un médico forense, quien evaluó inicialmente su estado mental a la espera de una evaluación más en profundidad por parte de la unidad de Psiquiatría Forense del Instituto de Medicina Legal de València.

Al parecer, el joven podría padecer algún tipo de enfermedad mental por lo que se tendrá que evaluar el grado de imputabilidad y si es consciente o no de sus actos cuando presuntamente agrede a su madre.

Por el momento y a la espera de un informe pericial sobre su estado mental, el Juzgado de Instrucción número cuatro de Carlet ha acordado su puesta en libertad con cargos y una orden de alejamiento que le prohibe acercarse a menos de 50 metros de su madre y comunicarse con ella de modo alguno, según indicaron fuentes jurídicas.

Debido a esta medida cautelar el joven ha tenido que abandonar el domicilio familiar, aunque se ha ido a vivir a casa de un amigo, en la misma calle donde reside su madre. La mujer, que vive atemorizada, ya presentó hace un año otra denuncia, pero posteriormente la retiró.