Más de cien detenidos, una tonelada de cogollos de marihuana envasados al vacío y listos para su venta confiscados y 25.000 plantas producidas en naves españolas recuperadas es el balance del último golpe policial a la mafia albanesa, que desde hace tres años han logrado infiltrarse en el negocio del ‘oro verde’ hasta convertirse casi en un monopolio.

La macrooperación, realizada por la Policía Nacional, los Mossos d’Esquadra y las policías alemana y albanesa, con la coordinación de los analistas de Europol, tiene su origen en la interceptación, en diciembre de 2020, de un camión aparentemente cargado con pistachos que una empresa británica había enviado a Berlín.

Fue allí, en la capital alemana, donde los agentes antidroga de ese país localizaron los primeros 140 kilos de cogollos camuflados entre los frutos secos. Los investigadores detuvieron a tres hombres albaneses y, tras tirar del hilo, averiguaron que la droga había sido producida en España, por lo que alertaron a la Policía Nacional.

Vínculos en Castelló

Las primeras pesquisas señalaron que se trataba de un potente clan familiar, asentado en Alemania y en España —entre Tarragona y Castelló—, que producía en naves españolas cantidades ingentes de marihuana para luego comercializarlas en el norte de Europa, principalmente en ciudades alemanas, donde lograban venderla al quíntuple de su valor en España.

Sobornos en la costa mediterránea

Antes de poner en marcha la red industrial de cultivo de marihuana, los mafiosos albaneses sobornaron a varios trabajadores de agencias inmobiliarias y de compañías eléctricas. Así, se hicieron con naves vacías a precios ventajosos y en lugares poco frecuentados, por un lado, y lograron documentación falseada que camuflaba los contratos de electricidad, que a su vez obtenían de manera fraudulenta con enganches ilegales a la red eléctrica.

Una vez reunidos todos los datos, los agentes expertos en crimen organizado de la Udyco central de la Policía Nacional y de los Mossos d’Esquadra, con presencia de policías alemanes y albaneses, llevaron a cabo de manera simultánea 42 de los 51 registros que finalmente concedió el juez de Instrucción número 3 de Reus (Tarragona), que ha dirigido las investigaciones desde su inicio.

En esa acción, llevada a cabo en Castelló, Tarragona, Barcelona y Girona y complementada en los días siguientes con los nueve registros restantes, ha permitido no solo recuperar alrededor de 800 kilos de cogollos, sino también desmantelar varias plantaciones, algunas a pleno rendimiento y otra.s en fase de montaje, así como recuperar alrededor de 7.000 euros, varias armas y tres vehículos.

La Policía Nacional alertaba ayer, en el comunicado para informar de este golpe a la producción industrial de marihuana, del inmenso poder que están adquiriendo las mafias albanesas, hasta el punto de codearse, en cuanto a capacidad económica y delictiva, con la italiana o la británica, reyes indiscutibles hasta ahora en el control del cultivo y venta de esta droga en Europa.