La última misa del Jubileo de la Santa Cruz de Oviedo se vio ayer empañada por un suceso surrealista. La celebración de las 18.30 horas terminó con un hombre de mediana edad arremetiendo a paraguazos contra los tres religiosos. El motivo: el feligrés se mostró indignado porque el cura encargado de los oficios se negó a darle la comunión en la boca. El agresor fue detenido por agentes de la Policía Local y puesto a disposición de la Nacional mientras que uno de los sacerdotes resultó herido en la frente y el sacristán en la parte trasera de la cabeza.

"Fue un suceso muy desagradable", declaró esta tarde el cura agredido que resultó mejor parado. Las víctimas no conocían al agresor, pero temen que se trate de alguna persona con problemas. "Parecía una persona normal, pero sus actos fueron propios de alguna perturbación", señalaron.

El ataque se produjo al final de la misa, si bien los problemas comenzaron en el momento de la comunión. Cuando el cura le comunicó que tenía que darle la comunión en la mano el hombre se marchó enfadado. Al final de la celebración apareció en la sacristía mostrando su rechazo a la decisión del religioso y lejos de calmarse arremetió contra el sacerdote a paraguazos. El otro sacerdote y el sacristán se pusieron en medio para protegerle y por ello resultaron heridos, teniendo que ser trasladaos al centro de salud.

Minutos después, el supuesto agresor fue detenido por la Policía Local cuando caminaba en sentido hacia Porlier.