Romas Jankus, un hombre de 61 años y oriundo de Lituania, aceptó ayer una condena de 5 años de prisión por matar de una cuchillada en el corazón a otro hombre que, como él, vivía en la calle porque carecían de un hogar al que acudir. La víctima, Felipe González Céspedes, tenía 64 años y era natural de València.

Jankus, a quien todos conocían como ‘el Ruso’ pese a que es lituano, fue juzgado ayer en la Audiencia de València por la muerte de Felipe. Inicialmente, el fiscal pedía para él 20 años de cárcel. Según los hechos probados, el día 22 de diciembre de 2019, Felipe se sentó en un banco del parque de la calle Martí Grajales, el mismo que utilizaba Jankus. Este, «sin mediar palabra y de manera sorpresiva», se sentó a su lado, sacó un cuchillo de cocina de 27 centímetros de longitud y mango de madera, y se lo clavó en el pecho. Sin extraerlo del cuerpo de su víctima, retorció la hoja, causándole la muerte de manera inmediata al provocarle lesiones irreversibles en el corazón.

El ahora condenado, se levantó y se fue. Durante casi seis horas, nadie se dio cuenta de que Felipe había muerto. El homicida dejó una muestra de su perfil genético en el filo del arma, que arojó al suelo, así como en un cartón de vino. Aunque se le identificó enseguida, Jankus se fue de València y tardó ocho meses en poder ser detenido.

Cuando la Policía Nacional lo arrestó, el fiscal propuso su ingreso en un centro de deshabituación por su alcoholismo extremo, pero Jankus se negó y fue enviado a la cárcel de Picassent, donde continúa internado.

El juicio con jurado contra el presunto homicida estaba fijado para ayer, pero antes de iniciar la primera sesión, el fiscal y el abogado defensor del acusado llegaron a un acuerdo por el que este admitía los hechos. A cambio, la condena fue fijada en cinco años.

En este momento, Jankus ha superado su adicción al alcohol, por lo que, de momento, continuará en prisión, aunque, en caso de recaer, puede acogerse a terminar el cumplimiento de la pena en un lugar adaptado a su enfermedad.