El empresario gijonés Víctor Fernández está en vilo: “Nos han engañado como a tontos, y nuestra empresa está paralizada”, afirma. Y no han sido engañados por cualquiera: Fernández acaba de presentar una demanda por estafa contra Nasser Bader, un jeque árabe al que acusa de robarle la patente “millonaria” de un sistema que revolucionaría el medio ambiente. Se trata de un equipamiento capaz de fabricar agua a través del aire y que, según Fernández, se usará en una ambiciosa obra que acaba de anunciar Arabia Saudita: el proyecto NEOM.

Desde el principio. Víctor Fernández es dueño de dos empresas mercantiles y de la propiedad intelectual de la patente de un tipo de hotel y edificio sostenible. Lo registró con el nombre “Water Building”, cuyos sistemas de ventilación incluían el innovador proyecto de “fabricación de agua a través del aire”. Este anuncio llamó la atención del jeque, que enseguida se puso en contacto con Víctor Fernández.

“Nos dijo que quería construir un hotel ‘Water Building’ en Riad”, explicó. En cada conversación, el jeque “dejaba caer” su relación con la Casa Real de Arabia Saudita. “Más en concreto con el príncipe heredero, Mohammed Bil Salmán bin Abdulaziz Al Saud”, señala el empresario, al que representará en el juzgado un abogado alicantino. Aquella relación entre el jeque y la familia real daba cierta tranquilidad a Víctor Fernández: “No desconfiamos, nos engañó como si fuéramos bobos”.

No solo a ellos. La relación fue estrechándose y el jeque viajó a Gijón: “Lo recibimos muy bien, hizo una visita al Ayuntamiento. Fue como ‘Bienvenido, Mister Marshall’ en Gijón”, explicó el empresario. Fue entonces ya cuando empezaron los negocios “serios” entre el empresario y el jeque.

Víctor Fernández cedió a Nasser Bader la mitad de sus acciones tras pactar un precio simbólico de un euro. También le cedió los conocimientos tecnológicos –“know how”– y el uso de la patente del sistema de obtención de agua para permitir la construcción de los hoteles. A cambio, el jeque “debía pagar el cinco por ciento del coste del proyecto” para la construcción del hotel en Riad. Unos dos millones de euros por los trece en los que estaba valorado el primer hotel.

Nasser Bader, según el empresario asturiano, nunca cumplió su parte. “Se apropió de la tecnología, se apropió de las acciones y no pagó absolutamente nada”, destacó ayer el representante legal de Víctor Fernández. “Es un engaño y una estafa manifiesta”, añadió. El empresario asturiano afirma que las pérdidas son muchas: “Estamos ahora mismo parados en la empresa. Estaba prevista la contratación de treinta personas que, obviamente, se ha paralizado con el proceso judicial”. Si el procedimiento sigue los cauces que esperan, será llamado a declarar el príncipe heredero de Arabia Saudí. “El jeque nos llegó a pedir una máquina bañada en oro para él”, apunta Fernández.

El empresario asturiano no gana para sustos. Justo ayer, recibió una noticia poco esperanzadora: Arabia Saudita acaba de acordar una de las licitaciones más costosas de su historia. Nada que ver con el asturiano si no fuera porque, según su versión, el proyecto NEOM usa su tecnología y él no ha recibido ni un euro. Esto dice, textualmente, el anuncio de la web oficial del gobierno saudí: “Se aprovechará, diariamente, agua potable del aire”.