Ni la agresión ni los encapuchados existieron. Esa es la conclusión de la Guardia Civil tras investigar durante dos meses la denuncia interpuesta por la subdirectora de Seguridad de la cárcel de Villena en la que aseguraba que cinco encapuchados —inicialmente dijo seis— la habían asaltado en el portal de su casa, en Benidorm, cuando salía hacia el trabajo.

Tras descartar que existiese el hecho, los agentes detuvieron ayer a la subdirectora y le leyeron los derechos tras ser informada de que la estaban arrestando por dos delitos: denuncia falsa y simulación de delito. La responsable de Seguridad de la prisión de Villena quedó en libertad, con la advertencia de que deberá comparecer cuando la requiera la autoridad judicial, que, de momento, es el Juzgado de Instrucción 3 de Benidorm.

La subdirectora denunció que el 6 de septiembre fue abordada en el portal de su casa por los encapuchados y que, mientras dos de ellos la sujetaban, otro le había propinado un puñetazo mientras le decían «mañana, calladita». Además, en la denuncia dejaba entrever la relación entre esa ‘agresión’ y el hecho de que al día siguiente debía testificar en el expediente abierto a tres funcionarios de la misma cárcel por supuestamente haber agredido a un recluso violento al que redujeron en un pasillo cuando lo llevaban a su celda, hecho que fue grabado por las cámaras de la cárcel y difundido.

Acaip-UGT exige depurar responsabilidades «en todos los niveles» y deplora el daño «a todo el colectivo de trabajadores»

Mensajes en un teléfono ‘robado’

Aún hay más. La ahora detenida añadió en la denuncia que había recibido mensajes amenazantes desde un chat, dijo, de la asociación Tu abandono me puede matar (TAMPM), relacionados con esa declaración en el expediente y llegó a citar frases concretas como esta: «Sabemos que tenéis imágenes. Bórralas o atente a las consecuencias».

Curiosamente, esos mensajes los había recibido en un teléfono móvil que, según afirmó, le había sido robado cuatro días antes, el viernes 3 de septiembre, en la cárcel. Según informaron en aquel momento fuentes relacionadas con los hechos, la responsable de la cárcel de Villena habría aportado copias de esos mensajes tanto en la denuncia como en el expediente abierto por Instituciones Penitenciarias (IIPP).

Desde el primer momento, los investigadores de la Guardia Civil se toparon con una serie de contradicciones que ponían en entredicho la versión de la ahora detenida, empezando por los mensajes. La ausencia física de un terminal no implica que no se puedan recuperar los mensajes si se interviene la copia del contenido mediante la correspondiente orden judicial.

Además, ninguna de las cámaras de seguridad analizadas por la Guardia Civil en el entorno del domicilio de la denunciante permitía confirmar la presencia de los supuestos encapuchados.

Otro detalle que llamó la atención fue que la subdirectora, pese a la gravedad de los hechos, no llamase al 112 ni buscase ayuda nada más producirse el supuesto incidente, sino que condujo su coche hasta Villena y fue allí cuando recurrió al médico de la prisión para que la explorase.

Cese «en las próximas horas»

A preguntas de Levante-EMV, fuentes oficiales de Instituciones Penitenciarias aseguró que la subdirectora «será cesada en las próximas horas» . La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias se alineó desde el primer momento con la subdirectora y promovió concentraciones a las puertas de los centros penitenciarios de todo el país para arroparla.

Críticas al minsitro del Interior

Incluso el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska apostó abiertamente por la subdirectora y su denuncia, brindándole públicamente «toda mi solidaridad, mi reconocimiento, y mi respaldo. Ahí podemos ver lo que es una verdadera funcionaria».

Sin embargo, los sindicatos penitenciarios, con Acaip-UGT a la cabeza, no solo no secundaron las concentraciones ante las cárceles, sino que llevaban semanas esperando la conclusión de la investigación policial, ya que cada vez había más dudas sobre la veracidad de la denuncia y eran más patentes las lagunas de la versión de la ahora acusada.

Fuentes de Acaip insistieron ayer en exigir que «se depuren todas las responsabilidades a que haya lugar en todos los niveles por este asunto, que ha dejado en tan mal lugar al colectivo de trabajadores penitenciarios, con palabras como las del ministro del Interior, en las que decía ‘ahí podemos ver lo que es una verdadera funcionaria’».

Todos los sindicatos y asociaciones profesionales reaccionaron ayer de inmediato al conocerse la detención, recordándole a IIPP «el daño al colectivo de trabajadores» que ha provocado la denuncia de la ahora investigada, cuya declaración ante la Guardia Civil no ha trascendido, por lo que se desconoce si ha admitido o no la falsedad de la denuncia.