La Policía Nacional ha dado un importante golpe a una red proxeneta que explotaba a mujeres de origen chino en pisos y centros de masaje y depilación que eran una tapadera porque en su interior se realizaban servicios sexuales. Ocho personas fueron detenidas, si bien la operación continúa abierta, por lo no se descartan más detenciones en las próximas horas.

La operación la realizó la Unidad Contra Redes de Inmigración y Falsedades Documentales (UCRIF) de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de la Jefatura Superior de Policía en Aragón tras meses de investigación que culminaron el pasado martes con una entrada y registro simultánea en media docena de establecimientos en Zaragoza.

Como suele ocurrir en este tipo de operaciones contra la trata de seres humanos con fines de explotación sexual, los responsables de la trama engañaban a mujeres orientales con contratos de trabajo en España, así como la regularización de su situación en el país, pero, en realidad , detrás de los empleos en hostelería o en establecimientos de belleza había una extorsión en la que se obligaba a las mujeres de entre 30 y 40 años a prostituirse para pagar una deuda que se hacía interminable.

Los servicios de estas mujeres se ofertaban en páginas de contactos de internet en las que se ofrecían masajes orientales normales, pero también con la posibilidad del conocido como final feliz.

Según pudo saber EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, las tarifas rondaban los 30 euros por media hora de masaje a los que se añadían 10 euros por prácticas como masturbación o 20 euros si la víctima de esta red de trata recibía desnuda al cliente o le realizaba sexo oral. El horario de atención a hombres todos los días de la semana desde las 08.00 horas hasta las 23.00 horas.

Los detenidos en esta causa, cuyas diligencias están secretas, se les investiga por pertenencia a organización criminal, trata de seres humanos, falsedad documental y explotación sexual.

El coronavirus ha trasladado la explotación sexual en clubes a domicilios particulares. Los responsables de los mismos saben lo que significa la inviolabilidad del domicilio y eso conlleva un esfuerzo todavía mayor a la hora de investigar.

En muchas ocasiones la pista sobre este hecho delictivo la ponen los propios clientes. La denuncia se puede hacer través del teléfono 900 105 090 o del correo electrónico trata@policia.es, pudiendo ser siempre anónimo debido al tipo de cliente de este tipo de servicios sexuales. El teléfono en cuestión está las 24 horas operativo. Centralizado en Madrid, un agente toma los datos o activa el protocolo para liberar a una víctima en los casos más urgentes.

En otras ocasiones las investigaciones vienen de las propias mujeres u hombres que aprovechan un momento en los que no están vigilados para llamar e incluso tirarse encima del primer coche de la Policía Nacional que ven circular por la calle para pedir ayuda. Esto último ha ocurrido en Zaragoza.