«Compré la droga para consumo propio, no sé en cuanto tiempo, quizás si no me llega a pillar la policía hubiera muerto de una sobredosis». Esta es la argumentación que dio ayer el conocido cirujano castellonense Luis Senís en el juicio celebrado en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Valencia por tráfico de drogas. El odontólogo se enfrenta a una petición de pena de cuatro años de prisión por un delito contra la salud pública tras intervenirle la policía cerca de medio kilo de cocaína en septiembre de 2019.

Junto a él está también acusado el presunto traficante que le vendió la droga, Carlos S. V., para el que el fiscal solicita una pena de cinco años de cárcel. La droga intervenida en su día fue valorada en unos 30.000 euros.

Senís defendió su inocencia ante el tribunal y mantiene que el medio kilo de cocaína que compró por 10.000 euros era para consumirla él, debido a la adicción que padecía. «Nunca se me pasó por la cabeza vender la droga a otras personas», remarcó.

Su defensa solicita la libre absolución al no haber delito alguno de tráfico de drogas, y en caso de ser condenado se le tendría que contemplar algún tipo de atenuante por toxicomanía agravada.

Por su parte, el otro acusado, quien ya fue condenado en 2001 a tres años y cinco meses de cárcel por otro delito contra la salud pública, negó ser el propietario de la cocaína y esgrime que se limitó a actuar como intermediario. Según su versión, la droga era de un amigo, al cual no identificó en el juicio.

Los hechos, de los que informó en su día Levante-EMV, se remontan al 28 de septiembre de 2019, cuando ambos acusados fueron detenidos por la Policía Nacional tras la venta de medio kilo de cocaína con una pureza del 71 por ciento.