Cristina B. M., una promotora inmobiliaria especialista en el mercado internacional de 30 años de edad, se convirtió ayer en la primera víctima del terrorismo machista en la provincia de València y en la cuarta en la Comunitat Valenciana de este 2021 a punto de acabar, tras ser asesinada a cuchilladas supuestamente por su novio, Alberto L. H., un abogado experto en Derecho de Familia y profesor asociado del doble grado de Criminología y Derecho de 35 años.

El crimen fue cometido en la noche del jueves en el ático del número 33 de la calle Conde de Altea, en el barrio valenciano de Gran Vía, en l’Eixample, una de las zonas de mayor poder adquisitivo de la ciudad, pero no fue descubierto hasta ayer por la mañana. Según la investigación que realiza el grupo de Homicidios de la Policía Nacional, el presunto asesino, que ya está detenido, habría cometido el crimen en la noche del jueves en su ático, en el que vivía alquilado desde abril y al que Cristina acudía de vez en cuando, aunque no era su residencia habitual.

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Tras matarla haciendo uso de dos cuchillos, un panero y un cebollero, encontrados ambos con restos de sangre en la escena del crimen, el presunto agresor, lejos de entregarse, trató de escapar sobre las cuatro de la madrugada del viernes, descolgándose por las cañerías de desagüe del patio interior. Intentaba eludir las cámaras de grabación y las miradas de los vecinos, por lo que no utilizó la puerta del domicilio ni del portal, a pesar de que el escenario que se encontró la Policía no estaba alterado y le incrimina sin ningún género de dudas.

Sin embargo, a mitad de descenso resbaló y cayó al patio interior de un restaurante italiano contiguo, donde lo encontraron los trabajadores a las 9.00 horas del viernes, descalzo, ensangrentado y vestido solo con el pantalón del pijama. Les dijo que era vecino de la finca y que trataba de robar en el restaurante, por lo que llamaron a la Policía. Los agentes lo detuvieron y trasladaron al complejo policial de Zapadores, donde, tras tomarle declaración, lo dejaron en libertad y a disposición del juzgado. Pero dado que estaba herido, lo trasladaron al Hospital Doctor Peset, donde quedó ingresado.

Mientras tanto, la familia de Cristina y sus jefes empezaban a inquietarse, ya que no respondía al teléfono desde la noche del jueves. Su hermana, que reside en Madrid, denunció allí su desaparición a las 4.00 horas del sábado y su madre y otros familiares acudieron a la casa de su novio en la mañana del sábado, acompañados de la Policía Nacional.

Cuando los primeros agentes entraron, se toparon con el cuerpo ensangrentado de la joven, caído al pie de la cama del dormitorio principal. Cerca estaban los dos cuchillos. La escena demostraba que Cristina luchó desesperadamente con su agresor.

Fue en ese momento cuando los policías ataron cabos y enviaron una patrulla al hospital. Por fortuna, Alberto L. H. permanecía ingresado, así que le informaron de que quedaba detenido por el asesinato de la joven. Ayer permanecía en el centro, custodiado, a la espera del alta médica para ponerlo a disposición de la jueza de Instrucción número 1 de Violencia sobre la Mujer, que ayer asumió el caso en funciones de guardia.

Pese a haber sido descubierto y a lo que había hecho, Alberto L. H. calló, lo que retrasó en 24 horas el hallazgo del cuerpo de su víctima e impidió enviar ayuda médica urgente, cercenando así toda posible ayuda a su víctima.

La geolocalización del teléfono de Cristina, la clave para encontrarla

El cuerpo sin vida de Cristina B. M. fue hallado en un ático emplazado en un edificio de la calle Conde Altea, alquilado a nombre de su presunto asesino desde hace meses.

Compañeros de la empresa en la que trabajaba actualmente confirmaron ayer que carecían de noticias suyas desde el pasado jueves por la tarde. "Con el actual contexto derivado de la pandemia a veces la gente tarda un día o dos a la hora de comunicar la baja".

El hecho de que no acudiera a una cita laboral programada para el viernes encendió todas las alarmas en la empresa», dijeron. Cristina contaba con dos teléfonos móviles para uso diario. El personal no daba señal desde el jueves, al estar apagado o quedarse sin batería. Si embargo, el dispositivo facilitado por la empresa sí estaba encendido. La geolocalización fue clave para encontrarla: "Pudimos acceder a la clave que usamos para estar conectados y hacer uso de una aplicación".

El teléfono móvil se hallaba en el piso de la calle Conde Altea. Ya estábamos en contacto con la familia y enseguida nos pusimos en contacto con los cuerpos de seguridad para darles el dato», expusieron. Los vecinos del edificio en el que se encuentra el ático se mostraron también consternados por lo sucedido.

De hecho, uno de los residentes explicó que vio a la pareja entrar a la finca por la mañana del jueves: «Iban a lo suyo, los vi normales. Nos dijimos hola y adiós. No nos conocíamos», apuntó.

ANTE LA VIOLENCIA MACHISTA, 016

El teléfono 016 atiende a las víctimas de violencia de género las 24 horas del día, todos los días del año. En este teléfono encontrarás la ayuda de especialistas en múltiples idiomas. Si tú o alguien que conoces es víctima de agresiones físicas o psicológicas llama, el número no se queda registrado en la factura telefónica.

En caso de necesitar ayuda urgente, en el 112 los equipos de Emergencias te auxiliarán con rapidez.